A los en-red-ados…
“Así es como termina el mundo, no con
…una explosión, sino con un lamento”
Thomas Stearn Eliot
“Aunque el final del mundo sea mañana…
…yo plantaría mi manzano”
Martín Lutero
“Un hombre viaja por el mundo entero buscando un lugar
…y vuelve a casa para encontrarlo”
George Moore
“A la gente le gusta decir que el conflicto es entre el bien y el mal,
…pero no es verdad, el problema radical es entre la mentira y la verdad.
Don Miguel Ruiz
- Los En-RED-dados y la Corrosión del Tiempo
Todos los días un cibernauta recarga su automatismo más o menos semejantemente. Magaly no sería la excepción de la regla. Era lo mismo que cargar la rutina de un autómata. Maggi (como la apodaban invocando al sobre de sopa Maggi), en el mundo virtual su Login era un polo estándar que hacía citarse como Magna-Magneta, la única imán(a) femenino.
Magoo, que sin ser virtual comentó que los Cyborg-maníacos acaso tienen tiempo para malgastar, como acontece con el minimalismo del Flow, el Perreo o el Reggaetón, (dice satírico) que para derrochar tiempo están mandados a hacer. Si la lírica no mantiene genitales y cópulas como leitmotiv, no hay recado o ilustración y el compás reiterado al rato es un fastidioso entrépito que provoca dispararle…
Maggi despertaba como un reloj a las 6:00. Su higiene robótica pasaba por una regla con método. El cepillo dental todos los días debía ser de diferente coloración. El color hace la diferencia porque el humor para el nauta cambia de tonalidad a diario. Es un código QR para el asociado a las tripulaciones del ciberespacio. Hoy tocaba púrpura, su color preferido. Igual gustaba el fucsia. Alegaba que esos colores le recordaban los matices de una orquídea que lleva los colores: blanco, amarillo y púrpura. La flor es del género Encyclia cordigera var alba un espectáculo y es de las orquídeas más buscadas por coleccionistas en el mundo.
Con el frescor de la pasta morada en los labios, Magna se duchaba a las 6:15 exacto, con agua templada a 22ºC. La vida de una cibernauta no tiene sentido sin la insensibilidad de la robótica y la autorregulación, o de baños a temperatura bajo control. Salir de la línea es inadmisible para ningún robot que se digne de serlo, más si la robotizada es una deseada sexi-cibernética. Nada peor que un perfecto robot-coima y vaya que lo perfecto es enemigo de lo bueno pero amigo de las divas autómatas, automáticas, maquinales e inconscientes.
Magna era una muñeca Barbie criolla. Pelo negro azabache, labios morados gruesos y figura mixta entre Afrodita y mujer maravilla. De ojos azules y 90-60-90 era un programa sofisticado. Correr su software de pecho daba vértigo. El hardware de su pelvis era veneno puro y su andar hipnótico sí que dejaba visco y viendo doble. Magna era magneto-eléctrica, todo un prototipo del presente computarizado, es decir, programada y programable. Ahora que dicen que el futuro es hoy, el tiempo es el nuevo rey de la filosofía social moderna muy enredada y más en redes sociales. En ello lo mental es irreal y lo electromagnético muy real.
Magna pertenecía a un grupo en red activista de las leyes de la robótica de Asimov, una nueva manera de hacerse en esencia filosófica una autómata que resta la imperfección y las equivocaciones y aumenta sustancial la resiliencia y la salud automática y automatizada. A decir por su apariencia toda esa perspectiva programable y auto-dirigida era técnicamente viable. La estética como función filosófica de la ontología cibernética parecía confirmar la no tan despeinada tesis que las máquinas son el futuro, pero si el futuro es hoy, entonces la máquina es un experimentado tiempo presente del ayer. Subrayaba Kierkegaard “la vida solo puede ser entendida mirando hacia atrás, pero tiene que ser vivida hacia delante”.
El grupo de cibernautas tenía una política casi vampírica. La luz solo podía ser vista en bombillos Led o de luz blanca como de Neón, pero jamás solar. El contacto inter pares solo podía practicarse en video-llamada e igual que cópula-chat en vivo. No había traición pues el acto en sí era instintivo y con fines de fruición. La emoción no consta, es fría como si no estuviera allí. Para las nuevas generaciones de futuro es hoy o sea, los cibernautas del ahora, el amor oxida la máquina y no lubrica el futuro. En conclusión inconclusa y al estilo Sr. Spock, sin amor la vida es menos costosa moral y económicamente, y menos cruel antes, durante y después de siempre. El cultor cibernauta tiene adagio ¡el amor corroe el presente!
- El Periódico de Ayer y La Filosofía Electromagnética del Todo o Nada
Magna tenía cientos de pretendientes. Se había empatado virtualmente con todas sus amigas y amigos. Por lo general cada experiencia recreaba una época de la historia a través del escaso atuendo. Recordaba Magna a su amiga Hair-key con la que montaron el show de la casa de la pradera. O con su amigo Terra-man que le magnetizaba el planeta Arrakis y surgía en pantalla como un guerrero Fremen saturado de arena de playa. El sexo era más un teatro del absurdo, que un teatro de la lujuria. Para un nauta, la hagiografía de santos inicia con el FB, seguido del Twitter, Instagram, WordPress y el Zeus buscador del saber Goggle.
Un androide de actitud es un ser mitad robot mental mitad humano sin sentimientos. Y si es robot femenil, todo se multiplica por dos y se eleva a la potencia de n+1. Los robots coimas se usan como armas de ataque para múltiples usos. El principal es diezmar el poder masculino y ubicar el poder femenino lo mejor posible. Con el tiempo el poder femenino ha realizado muy bien su trabajo y ahora ellas arrastran bastante más que una yunta de buey.
Magneta era solicitada por sus dotes de robot Barbie criolla de pupilas azules como todo un océano de cielos añil. Su belleza de porcelana y ojos de luz aguamarina hacían que el ensueño virtual se magnificaba en sensaciones emocionales y no en meras lujurias. Había un aspecto evolutivo en la praxis sin contacto carnal. La tesis del amor cruel se potenciaba con el riesgo a las enfermedades de transmisión sexual las que se evitaban 100%: el Sida, el Papiloma humano, las ladillas juveniles, sífilis, gonorrea, entre otras, eran periódico de ayer.
La sensación de eternidad daba fe en el automatismo a la feligresía cibernética. No se temía a la inmolación pues en red no hay fallecimiento solo trasmutación energética. La energía de un cibernauta no muere jamás solo crece además de quedar grabada palabra a palabra en un drive infinitesimal e infinito como un desprecio por el tiempo pasado y futuro.
El amor es pecado sacrílego para el que tiene pasado o futuro y no solo un efímero e insistente presente. Al fin que la vida teóricamente automatizada era apenas una ilusión por un impulso electromagnético neuronal. La ley del todo o nada en una neurona. Un impulso o mensaje biológico transportado por un neurotransmisor hormonal como la dopamina con el apoyo de un envite electromagnético. Las ideas son meros impulsos electromagnéticos desde ¿el vacío, la nada, de dónde? controlados por el sistema nervioso y el endocrino.
Magneta tenía un archivo-altar donde honraba a las morfinas endógenas. Sus diosas en la atea disposición del ciberespacio y sus normas tácitas. Como en toda corte celestial o divina había un todopoderoso Zeus, Shiva, Jehová, o Alá, o un conjunto de todos ellos. En el caso de robóticos(as) la serotonina era el Supremo en la homeostasis existencial. Era una balanza sin inclinación. Eternamente plana. Eternalmente 180º. Perpetuamente la curva o la recta al infinito. Su control la hacía inmaculada, hermosa, y obscura. Cualquiera sucumbía a sus encantos magnéticos, electrizantes y al mismo tiempo, hipnóticos y psíquico-sedantes.
Magneta antes de ir a meditar en su archivo altar hacía ejercicio pasivo en su bici de lentes virtuales. Usaba una ruta preestablecida en una pista basada en los 21.196 km de la antigua Muralla China aunque solo se conserva un 30 % de su área original. Virtualmente se hacían en 30 minutos en un proceso cardiovascular óptimo. En promedio mide de 6a7 m. de alto y de 4a5 m. de ancho. Magneta golpeaba adrede las baldosas diseñadas para el color del día. Hoy tocaba fucsia. Una de sus coloraciones favoritas porque le recordaba el melón otra de sus frutas preferidas por apasionamiento, como la fruta de la pasión: “la parchita”. Luego del periplo de ejercicio para mantenerse diva de red. Magna volvía a la ducha en un baño que cambiaba de color según el día de agenda, siempre a la misma hora y a 22ºC.
Magna estaba interesada por las conmemoraciones místicas solo porque las advertía con aborrecimiento por la aceptación de los fieles…En Junio, entre demás celebraciones, el día 13 se celebra el día de San Antonio, Corpus Christi el 16, la Batalla de Carabobo el 24 y el 29 día de San Pablo y San Pedro. Con el cáliz sagrado de la curiosidad, Magna tomaba en cuenta para sus indagaciones del curso Sistematización de las costumbres religiosas y su resiliencia en el automatismo, antagonista doctrinal a nada que no tuviera sabor a presentes.
- La Disolución del Presente
Magaly despertó en un Drive de confusiones. Recordó la lectura de Jimmy Moraña Parte III la que contrastaba con la filosofía atemporal del ciberespacio ¿Tonal o Nagual? ¿Dónde quedaba la doctrina Ciber? ¿Por qué soñaba a la Matrix? Lavó sus dientes sin color, ni baño a 22ºC. En realidad no se saltaba nada. El Nagual estaba en la red atemporal y el Tonal en la vida ordinaria. La nube empezó a emanciparse. El Tonal hacía del ámbito un espejismo reconocido. El presente iba tomando forma. Magaly recordó todo…
El color de su cepillo dental con su nota de agenda, la ducha a las 6:15 a 22ºC, con luces del igual tono que el de la pasta y el cepillo dental. El grupo al que pertenecía sin salir de la Matrix o de las tres leyes de la robótica Asimov-ianas, y su visión vampírica de la luz solar. El estudio de las religiones en contraste con el entorno a la doctrina del automatismo reflexivo con el adagio el futuro es hoy. Incluso la lectura de la Existencia Extravagante de Jimmy Moraña (P-III) que apenas leyó esa noche antes de acostarse y empezar a ensoñar.
También se espantó cuando recordó que era una Barbie criolla de ojos aguamarina, con cintura de avispa y derrier de stripper de casa de tercería costosa. Se apenó con la fila de chateos sexi virtuales que había consentido mantener con motivaciones de series de tv o de films clásicos. Entre cómico y torcido no había como graficar ese asunto increíblemente fuera de lugar. 2 cosas estaban claras en medio del dolor de cabeza y el susto de almohada. I: Que la realidad es irreal y la irrealidad real. II: sea lo que sea amar en-red-dado es un enrede con un íncubo vestido de caperucita roja rojita. Magna se fue a dormir y despertó en el Nagual de Matrix donde el tiempo es solo un color oscuro…ese día todo se puso color de hormiga, esa misma gama infrarroja con la que la galaxia expande al infinito y la juventud se extravía propagándose en el mundo virtual de los en-red-dados por la ignorancia de no distinguir la dinámica de lo viviente de los de aquellos que sin entenderlo solo lo aparentan.
MAFC