Cada día más confundido y el mundo más enredado que nunca, por qué no vivir en paz, ocuparse del trabajo y la productividad, dejar de buscar culpables, que la gente dice que es culpa de los políticos y hasta tendrán razón porque estemos claros donde entra la política se complica hasta lo más sencillo, la ponen difícil sobre todo en nuestra nación, que vivimos en un mundo de desconfianza y con toda la razón, porque todos hemos sido víctimas de esas alianzas secretas, donde se piensa que hay diferencias bien marcadas en los criterios y resulta que están bailando pegao; En alianzas o negociaciones que solo benefician a los actores, así sería la nueva política difícil de entender para el que se ocupa de trabajar, producir, compartir, pagar impuestos y generar trabajo. Cada día me sorprenden más esos debates simbólicos sobre este tema y resulta que son caimanes del mismo pozo, donde solo hay beneficios personales y el país hundido en la pobreza, mala educación, en un abandono, compitiendo con los países más pobres del mundo y con un alto porcentaje de desnutrición, a sabiendas que esta patria es la más rica del planeta, dotada de todo pero nadie sabe explicar por qué se nos ha hecho tan difícil un buen desarrollo y una buena convivencia.
De corazón un ruego y oraciones al espíritu Santo para que nos ilumine a buscar y conseguir el camino para tener más humanidad, pensar en los demás y sacar provecho a tanta riqueza, que podamos compartir una patria bien educada y alimentado, donde pueda ofrecerse una buena ocupación, trabajos dignos a los que quedan aquí y puedan regresar los siete millones doscientos mil venezolanos que salieron hasta febrero, no sé cuánto más hasta hoy, porque lo que se ve es que la diáspora continúa y da la impresión de que nadie le interesa ver el pueblo y todo tipo de Venezolanos huyendo a cualquier costo, verdad que esto es duro sobre todo en nuestra nación donde hace un tiempo todos querían vivir.
Pero como dicen que no hay deuda que no se pague, ni plazo que no se venza, roguemos a Dios para que nos refuerce la Fe y volvamos a ver el Santo donde está el pecador, convencernos de que todo problema trae la solución incluida, reinventarse y pensar siempre en el País y el bienestar de todos, apostar a un cambio de política económica y toda una rápida y urgente rectificación, hablar menos trabajar más! No perder la Fe, criticar menos y participar más! Convencerse que en la economía no hay magia sino números, que las buenas relaciones con el mundo garantizan estabilidad.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Duran