¿Caímos en un precipicio sin fondo?
“No hay varitas mágicas, la verdad es que estamos en una situación de deterioro tremendo.” “Un gobierno puede violar leyes económicas básicas por un tiempo, pero no por siempre.”
En medio de la inflación indetenible, la continua y constante escalada del dólar en el mercado paralelo, el descenso de las reservas internacionales y la desaceleración del crecimiento real, los economistas más preclaros del país han venido advirtiendo que son síntomas de una enfermedad que requiere tratamiento urgente, de lo contrario, las consecuencias para la población, cada vez, serán mucho peores a las ya sufridas.
Economistas como Pedro Palma, expresidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, han explicado que la situación es similar a la de alguien que lo muerde un animal y opta por no someterse al doloroso tratamiento que le receta el médico:
“Al tiempo regresa al hospital, pero entonces ya tiene gangrena y le dicen que hay que amputarle un dedo del pie. Tampoco se quiere someter a eso y se marcha. Cuando vuelve no hay más salida que cortarle la pierna”.
El tratamiento al que se refiere es un ajuste integral que ataque la enfermedad por distintas vías.
“Hay que actuar en la oferta y la demanda. Crear un mercado legal donde Pdvsa, el Banco Central, exportadores y turistas puedan vender divisas a una tasa superior al tipo de cambio oficial. Entre otras cosas esto permitiría que Pdvsa obtenga más bolívares por parte de sus dólares y alivie sus problemas de flujo de caja.
Es indispensable atacar el desequilibrio fiscal, ir realmente a un proceso de expansión de la producción petrolera, tampoco se puede seguir vendiendo petróleo a descuento, y se debe estimular la actividad privada, considerar seriamente la devolución de las empresas expropiadas que hoy producen mucho menos que cuando estaban en manos privadas, o simplemente no producen.
Es obligatorio respetar el “ESTADO DE DERECHO”, crear reglas claras para la inversión, Ir a un ajuste profundo de la realidad económica.
Habría planteado Palma que, perentoriamente debe realizarse la restricción del gasto, restricción monetaria y devaluación del tipo de cambio oficial.
Sin duda alguna, debe hacerse un ajuste contractivo, pero son ajustes que pueden instrumentarse si tienen coherencia para ser creíbles y se explican con una estrategia de información muy bien manejada que diga por qué se toman y que si bien van a tener efectos negativos temporales eso es mejor que las consecuencias de continuar un proceso insostenible. Otro aspecto es que, las medidas deben acompañarse con programas sociales muy bien concebidos.
Estamos en una situación de deterioro tremendo.
Profundizar los desequilibrios hasta que llegue el momento en que la situación se haga insoportable, con inflación galopante, escasez dramática y mayor deterioro de la calidad de vida, haría inmanejable al país.
Se afirma que se ha logrado la recuperación a pesar de la guerra económica, mientras algunos economistas opinan que, es pura propaganda, una política goebbeliana de culpar a todos menos a ti. Que eso puede dar algo de tiempo y a lo mejor el beneficio de la duda, pero el tema es que se puede violar leyes económicas básicas, pero no por siempre, y aquí estamos llegando al punto donde hay que tomar medidas. Si continuamos así seguiremos cayendo en un precipicio sin fondo y antes de llegar a lo máximo y que haya que tomar medidas heroicas para no estrellarnos con consecuencias descomunalmente peores es mejor hacerlo ahora, ese… es el mensaje de muchos economistas.
Se agota el margen de maniobra y la situación cada vez es mucho más grave, pues se agotan los recursos.
Se cree que, un gabinete económico que no es capaz de ponerse de acuerdo sobre como abrir un mercado para bajar el dólar paralelo, mucho menos va a acordar un ajuste que iría contra la ideología de muchos de sus miembros.
Estamos en una etapa en la que el Gobierno tendría que preguntarse si va a continuar empecinado en una ideología que fracasó en todas partes del mundo y está fracasando de una manera rotunda entre nosotros.
Es socialismo y caiga quien caiga. Eso no es realista, es lo que llevó a la Unión Soviética y a Vietnam a cambiar.
Fuente: Entrevista al economista Pedro Palma.
Hace ya varios años de la entrevista realizada al experto economista, pero los países son eternos, sus ciudadanos sobreviven a las situaciones más adversas y soportan tratos crueles y degradantes, el gran poder de adaptación del ser humano, hace que soporten las más oprobiosas situaciones, y pregunto:
¿Si la lógica da la razón a reconocidos profesionales, por qué no se actúa con sensatez?
¿Cómo se puede calificar la calidad de vida de los pobladores de una nación, que aun siendo rica en recursos naturales, vendió electricidad a países vecinos y posee las mayores reservas petroleras del mundo, las cuarta en oro y la quinta en gas, sobreviven sin energía eléctrica, agua potable, sin servicio de salud adecuado, con servicios públicos inoperantes, con desmantelamiento de las infraestructuras públicas, de salud y educativas, con desabastecimiento de alimentos, medicinas, combustibles, gas doméstico y pésimo servicio de Internet de CANTV y de INTER, a veces inaccesibles por su alto costo y bajo salarios?
¿Quién (es) es (son) el (los) responsable (s)?
Maximiliano Pérez Apóstol