Miembros de la Fundación para el Ballet Taormina Guevara hicieron un pronunciamiento acerca de los terrenos de este espacio, denunciando que una parte de las parcelas ha tratado de ser vendida en tres oportunidades, aunque no puede ser traspasada por tener una cláusula de solo uso educativo.
La Fundación ha sido una de las razones sociales realizada por la bailarina en el año 1969, que hasta finales de los años 70 cuando amigos cercanos gestionaron ante la municipalidad de Iribarren la posibilidad de crear una sede digna eso ocurrió y les fue cedido el terreno, al mismo tiempo que se gestionó con Mindur los recursos para llevar a cabo la obra.
“En aquel momento los terrenos fueron cedidos por el municipio con el exclusivo uso de educación y con una cláusula que eso no podría cambiarse”, dijo a Elimpulso.com Andreina Dappo, Miembro de la Fundación.
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En la contextualización de la historia de este espacio educativo, Dappo resalta que “a partir del año 2000 hubo una separación de parcelas de los terrenos de manera indebida, aunque luego fue abolida por la autoridad municipal encargada de otorgar esa separación quien revocó su actuación, sin embargo, por razones desconocidas han habido intentos de vender ese lote de terrenos a particulares luego de aquel momento”.
Para la exbailarina de esta academia, es importante “advertir a inversionistas privados que se eximan de participar en una negociación de esta naturaleza porque van a salir perdiendo, ese no es el lugar para desarrollar proyectos”.
Las letras pequeñas de la concesión
Aunque los terrenos fueron destinados por parte de la municipalidad de la época, este despacho no entregó directamente los terrenos a los miembros de la fundación, situación que ha permitido que parte del terreno se haya intentado vender en varias oportunidades.
“En ese momento había una empresa llamada Investeca y la municipalidad exigía por ley que luego de haber hecho el desarrollo urbanístico de toda la zona de Residencias del Este, tenían la obligación de destinar un lote para uso educacional porque así lo señalaba la ordenanza”, apunta Andreina Dappo.
Para los miembros de la Fundación, esta razón ha sido la oportunidad para que las personas intenten vender estos terrenos, “ocultándose a través de este decreto, aunque están las cláusulas legales establecidas que el uso debe ser exclusivo para la educación”.