En septiembre de este año 2022, este monumento cumplirá 40 años de su instalación en Barquisimeto
El presidente de la República Dr. Luis Herrera Campins, como homenaje al héroe Epónimo del estado Lara, general Juan Jacinto Lara Meléndez, ordenó elaborar en Caracas una estatua ecuestre de este prócer de la Guerra de Independencia, la cual fue trasladada vía terrestre y se erigió, según datos del cronista Carlos Guerra Brandt, en la redoma en construcción, de la Intercomunal Barquisimeto-Cabudare, en Santa Rosa.
Este imponente monumento que exhibe la figura egregia del general Juan Jacinto Lara, sobre un caballo con un sable en la diestra, fue develado en horas de la mañana del 14 de septiembre de 1982 en un acto protocolar con presencia del primer mandatario nacional Luis Herrera junto a su tren ejecutivo, acompañados también del gobernador del estado, el economista Ibrahím Sánchez Gallardo y demás autoridades larenses.
“Esta estatua ecuestre -de color plomo oscuro-, fue uno de los regalos de la Presidencia de la República para el estado Lara, así como también la prolongación de la avenida Venezuela, entre otras obras”, apunta Guerra Brandt.
No obstante, para 1984, se había anunciado la construcción de una mega obra en homenaje a la Divina Pastora, la cual fue encomendada a la reconocida artista plástico María Eugenia Vigott, prevista a instalarse en la mencionada redoma de Santa Rosa.
El cronista refiere que, en octubre de 1989, le corresponderá al entonces gobernador de Lara, Dr. Jorge Ramos Guerra, ejecutar la engorrosa mudanza de la estatua desde la redoma vial de la Intercomunal para ser instalada frente al Aeropuerto Internacional de Barquisimeto, que lleva el nombre del epónimo larense.
Para remover la estatua se utilizó maquinaria pesada, tres grúas fueron necesarias, así como dos retroexcavadoras, sin dejar de mencionar un protocolo cuidadosamente diseñado por expertos en esa materia con el firme compromiso de preservar el monumento.
La idea original concebida para la estatua del general Lara siempre fue que este monumento le diera la bienvenida a quienes visitaban el estado Lara, por tanto, la mejor locación fue entonces el terminal aéreo, integrando por otra obra de envergadura como lo era el floreciente Monumento en Honor a las Madres del radiodifusor Amílcar Segura, describe Guerra Brandt.
Una vez reinstalada la estatua ecuestre del general Juan Jacinto Lara, en el Aeropuerto Internacional de Barquisimeto, comenzó a perderse de vista, y para muchos pasó a ser otro monumento en abandono de la ciudad.
Su magnificencia y fastuosidad fue minimizada por el entorno y la escasa concurrencia en esa parte del oeste de la ciudad de Barquisimeto, solo los actos protocolares del oficialismo comenzaron a desarrollarse en el lugar cada 28 de mayo, día del nacimiento del general Lara, en un empeño reñido de contrarrestar los homenajes del gobernador Henri Falcón y el alcalde Alfredo Ramos, ambos abanderados de la oposición.
La otra estatua de Lara
Eustoquio Gómez, como presidente del estado Lara ordenó construir un pedestal y traer una estatua ecuestre de Simón Bolívar de Europa para instalarse en la nueva plaza Bolívar, la cual fue inaugurada con gran pompa, entre cohetes y música de la Orquesta Mavare el 17 de diciembre de 1930, en el centenario de la muerte del Libertador. Así el Padre de la Patria pasó a tener en su honor, dos plazas en Barquisimeto: la recién inaugurada y el busto acompañado de la plaza de la catedral o iglesia de San Francisco.
Anota el desaparecido periodista y cronista Juan José Peralta, que la existencia de dos plazas al Libertador llevó al gobernador Lino Díaz, ordenar en 1937 la demolición del monumento circular “la torta”, construido por Briceño Ayesterán en 1907. Según crónicas de los periodistas Fulgencio Orellana y Eligio Macías Mujica, los bustos de “la torta” fueron repartidos a varios municipios. El espacio frente a la catedral quedó despejado como en sus inicios, en la vieja plaza de la colonia.
De esta manera quedó pendiente una deuda de honores al héroe epónimo, general Jacinto Lara a quien el 25 de agosto de 1897 el presidente del estado, general Aquilino Juares, había decretado un monumento en la plaza de la Concepción, que nunca se erigió.
Desmantelada “la torta” de la plaza real o de los franciscanos, frente a la iglesia de San Francisco, el general Lino Díaz decretó en 1938 una estatua pedestre del general Jacinto Lara, en la plaza que lleva su nombre en la actual carrera 17 entre calles 22 y 23, frente a la iglesia de San Francisco de Asís.
Según crónica del Diario El Impulso, ese monumento fue rechazado y desaparecido en 1953, después de las fiestas del Cuatricentenario de la ciudad. Desde entonces el espacio frente al templo de los franciscanos quedó nuevamente despejado por algunos años, hasta que en el gobierno del presidente Raúl Leoni y el gobernador Miguel Romero Antoni ordenaron erigir la actual estatua pedestre que fue inaugurada el 28 de mayo de 1964.
Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y cronista
IG/TW: @LuisPerozoPadua