La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación ante la violencia, intimidación y criminalización de personas defensoras de DDHH registrada durante los primeros cuatro meses del año en la región, y llama a los Estados a garantizar un ambiente propicio y seguro para la defensa de los derechos humanos.
La CIDH advierte que la región sigue siendo una de las más peligrosas para ejercer la labor de defensa de derechos humanos en el mundo. Durante los primeros cuatro meses de 2022, se observa un alto número de asesinatos de personas defensoras de derechos humanos en varios países de la región, así como amenazas, ataques, hostigamientos, y procesos de criminalización por su legítima labor de defensa.
La instancia, resaltó que en Venezuela, se registraron discursos estigmatizantes y campañas de desprestigio por parte de altas autoridades del Estado en contra de la organización PROVEA.
El país figura en la lista de estados registrados que maneja la CIDH, donde se amenaza a los defensores de derechos humanos.
Asimismo, la CIDH recordó que la criminalización de personas defensoras promueve un estigma colectivo y envía un mensaje intimidatorio. A su vez, el inicio de investigaciones penales o querellas judiciales, sin fundamentos en contra de ellas, tiene un efecto amedrentador en su labor, y adicionalmente puede generar una paralización de su trabajo en la defensa de derechos humanos. En especial, cuando se trata de mujeres que realizan esta labor, la criminalización resulta inhibidor en las actividades de defensa que llevan a cabo, además aumenta y exacerba desigualdades sociales existentes.
«Las personas defensoras de derechos humanos cumplen un rol fundamental en el fortalecimiento y la consolidación de las democracias. A su vez, la labor realizada quienes defienden el medio ambiente es esencial para garantizar el equilibrio entre la protección ambiental y el desarrollo sostenible de los países de la región», detalló el informe.
La CIDH ratificó que es obligación de los Estados de proteger integralmente el derecho a defender los derechos. La construcción de un ambiente propicio para ejercer el derecho a defender derechos humanos requiere de la decidida voluntad de los Estados.
Hizo un llamado a los países a que adopten medidas positivas que fomenten una cultura de derechos y un ambiente libre de violencia y amenazas; reconozcan el valor y la importancia del trabajo de las personas defensoras e investiguen de forma seria y efectiva cualquier violación de derechos humanos en su contra.