Si la tecnología logra el reemplazo del cerebro, podrán existir máquinas que mientan a una velocidad de vértigo, que instiguen a la crueldad y organicen enfrentamientos bélicos para de esa manera acelerar nuestra desaparición.
Bonita reflexión del colega Víctor Matos en su columna “Noche de Ronda”, del pasado sábado 21 de mayo en el Diario La Nación digital en San Cristóbal, Estado Táchira.
En Venezuela, lejos del salvajismo, empezamos a caminar sobre la construcción cultural que deriva de la suma de conocimientos y hallazgos técnicos que permiten la digitalización de saberes, procesos, y producciones que cubren plenamente nuestras cotidianidades y sistemas de vida.
Se desprende del anuncio hecho por el Presidente de la República Nicolás Maduro el pasado viernes 20 de mayo sobre el lanzamiento de VenApp, aplicación móvil, por un grupo de jóvenes emprendedores venezolanos.
Detalló que esta nueva red social, ofrece una variedad de opciones para sus usuarios, y adelantó que cualquier persona del mundo puede ya incorporarse y compartir a través de esa plataforma, porque «va a ser más atractiva y superior» a las aplicaciones que forman parte del conglomerado de empresas tecnológicas pertenecientes al estadounidense Mark Zuckerberg. O sea, “El papá de los helados”, pues.
La noticia fue divulgada 3 días luego de la celebración del “Día Mundial de Internet”, donde se recordó a uno de los padres de este sistema moderno, Vinton Cerf, de los Estados Unidos.
La llegada y desarrollo de las tecnologías digitales han generado una transformación radical en la mayoría de los ámbitos, facilitando la vinculación, la inclusión financiera, el acceso al comercio y a servicios públicos.
Tales métodos también tienen sus intenciones perversas si recordamos
el supuesto y confuso intento de atentado contra el Presidente Nicolás Maduro el 4 de agosto del 2018 en Caracas.
Ese sábado el Primer Mandatario Venezolano tuvo que ser evacuado de emergencia cuando dando un discurso de celebración por el 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), un fuerte ruido alertó a los funcionarios y soldados presentes, incluido Maduro.
Artefactos voladores de tipo dron que contenían una carga explosiva, detonaron muy cerca de la tarima del Presidente durante el evento militar.
Las autoridades venezolanas aseguraron que los pequeños vehículos aéreos no tripulados, “fueron explotados de manera remota desde Estados Unidos», según afirmación realizada por Jorge Rodríguez, para entonces Ministro de Comunicación e Información del Gobierno, hoy presidente de la Asamblea Nacional.
¿Será que los gringos no tienen algo más sofisticado para estos fines?
Se trata de un escenario hasta ahora desconocido en este país: el empleo de ciencias de guerra con mando a distancia para fines políticos.
En 200 años de historia, sólo un caso de magnicidio se consumó en Venezuela. El 13 de noviembre de 1950 fue asesinado el teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud, Presidente de la Junta Militar de Gobierno.
Volviendo al avance digital, no es producto de una fantasía, pues las grandes potencias ya están trabajando en ello, lo que nos dejará en el futuro como simples seres dependientes de lo que se haya programado en las máquinas, y para muchos será la esclavitud de la inteligencia ante el artefacto creado por el hombre.
Matos continúa diciendo en su nota que solo se espera que los robots tengan la capacidad de llorar, reír, de compadecerse y enamorarse, lo que significaría su eternidad en el tiempo y el desalojo de la creación divina.
Para muchos teólogos, estos avances acabarán con la especie, que por envejecimiento irá desapareciendo del planeta, de ahí que no es ilusorio pensar que en el futuro el hombre saldrá de la tierra en busca de otros lugares para no ser extinguido en su propio seno.
Orlando Peñaloza
