La ONG Transparencia Venezuela advirtió este domingo, 22 de mayo, que la falta de tratamiento adecuado de las aguas residuales en el país despierta alarmas en especialistas, activistas ambientales y políticos opositores a la gestión del mandatario Nicolás Maduro, quienes coinciden en que la contaminación por aguas servidas puede afectar, a mediano y largo plazo la salud de comunidades aledañas, así como la de los ecosistemas marinos de Venezuela.
La organización no gubernamental Vitalis destacó el tema en 2017 como uno de los grandes problemas ambientales de Venezuela. La ONG indicó que, en ese entonces, el país dejaba más de 75% de las aguas sin tratar.
“Este es un tema muy importante y debe ser atendido con la prioridad necesaria. Tan vital es garantizar el acceso al agua potable, como tratar las aguas luego de su uso. Lamentablemente, ni uno ni el otro se está garantizando en Venezuela, y los objetivos de desarrollo sustentable vinculados con el agua están lejos de cumplirse”, aseguró Diego Díaz Martín, presidente de Vitalis.
A pesar de que en 2018 Nicolás Maduro creó el primer ministerio en la historia del país dedicado exclusivamente a la gestión de las aguas, el Estado no ha publicado datos sobre depuración de aguas servidas en territorio venezolano.
La cifra más reciente sobre el tratamiento de las aguas está registrada por la Cámara Venezolana de la Construcción, en su Plan Nacional de Infraestructura 2021-2033, el cual indica que solo 28% de las aguas residuales, urbanas e industriales, son depuradas en el país.
“Muy poca en términos porcentuales (…) En general, la mayor parte de los efluentes no tratados contaminan las costas del Litoral, dada la cercanía de los grandes centros poblados al mar, o debido a que son vertidos directamente en ríos que desembocan en el mismo”, señaló el informe, con datos obtenidos en 2018 por el Grupo Orinoco, organización no gubernamental especializada en temas de desarrollo sustentable.
Transparencia Venezuela consultó el tema con especialistas, que explican que, en general, la infraestructura de las plantas construidas en el país para tratar las aguas quedó en el olvido; sin inversión, sin mantenimiento y a merced de la delincuencia y la opacidad.
La Cámara Venezolana de la Construcción adicionalmente reportó en noviembre de 2020 que la mayoría de las plantas privadas para el tratamiento de las aguas de urbanizaciones o parques industriales está fuera de servicio.
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