Las violaciones que sufren las mujeres en sus derechos es recurrente, planteó la diputada a la Asamblea Nacional Liz Jaramillo, en el marco de La Cumbre de Mujeres por Venezuela del Centro para América Latina Adrienne Arsht, cuyas deliberaciones se iniciaron este martes 24.
Recuerda que la Constitución señala en su Artículo 21, numeral 1: “No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona.”
Jaramillo aseguró que uno de las irregularidades constantes es que se vulnera el derecho a la información “ante la ausencia de cifras oficiales relacionada con la participación de mujeres en cargos públicos, el acceso a la justicia, el número de feminicidios, casos de tratas y todas las violencias que existen por razones de género. Lo que no se mide no se administra y lo que no se administra no se mejora”.
Precisa que el último informe de la encuesta de condiciones de vida (ENCOVI)reportó que el 16 por ciento de la deserción escolar es por mujeres y niñas que abandonan la aulas para retornar a labores de cuidados y a lo doméstico, sólo el ocho por ciento de las madres jóvenes logran conciliar la maternidad con el trabajo o el desarrollo educativo”.
La representante del primer liderazgo feminista de Primero Justicia, precisó que en la medida que una mujer se supera en términos sociales rompe inmediatamente las relaciones de discriminaciones lo que hace comprender de una forma clara que con independencia económica y movilidad, “jamás será discriminada”.
La dirigente de la tolda aurinegra está convencida que el reto es ir más allá del rescate de la democracia “porque es necesario tener una agenda de cambios normativos para el momento, donde las leyes venezolanas sean más incluyentes, que se haga valer una paridad integral al mismo tiempo que se ejecuten acciones políticas y legislativas con enfoque de género”.
Liz Jaramillo consideró necesario que más allá de mantener una organización en unidad junto a ONGS y sociedad civil en general, “creemos fielmente en que el feminismo es un instrumento para llenar de contenidos más democráticos los valores que buscamos preservar en la sociedad, porque más allá que se oponga al poder sobre las personas, busca establecer el poder en las personas”, aseguró.