La decisión que ha tomado el Gobierno de los Estados Unidos, en el aspecto económico de las sanciones a Venezuela, no tiene nada que ver con la posibilidad de que capitales estadounidenses vengan a reactivar la economía nacional.
Lo que se busca es que el Estado venezolano pueda pagar las deudas contraídas con empresas de aquel país, explicó el doctor Edgar Urbáez, economista, profesional del Derecho y exdiplomático, en declaraciones suministradas a Elimpulso.com.
Se trata de deudas muy grandes que en las condiciones en que se encuentra el régimen de Nicolás Maduro no puede saldar, continuó diciendo. Y la única forma de que salga de ese atolladero es flexibilizar algunas disposiciones relacionadas con las sanciones económicas.
Pero, contrario a la propaganda oficialista que ha estado celebrando unas supuestas eliminación de sanciones, la verdad es que la política estadounidense sobre el régimen de Maduro se mantiene, de acuerdo con lo expresado por el especialista.
Las sanciones es un instrumento utilizado para ejercer presión sobre gobiernos autoritarios, a fin de que éstos dejen de violar los Derechos Humanos y respeten las normas democráticas.
En ningún momento han sido suspendidas las sanciones a los funcionarios y exfuncionarios de Venezuela y, en lo que respecta al aspecto económico, es impensable que vayan a venir inversionistas al país.
Por lo pronto no se puede pensar que haya una reactivación en la actividad petrolera, porque son muy costosas las operaciones de exploración del crudo y demás trabajos que se requieren en la industria petrolera, la cual se ha venido a menos en los últimos veinte años.
Simplemente, lo que se ha puesto en evidencia que los Estados Unidos le están dando una oportunidad al régimen venezolano para que pueda cumplir sus compromisos.
La situación económica no ha cambiado nada, ni se ha experimentado ninguna mejoría y la mayor prueba de que es así es el ofrecimiento hecho recientemente por Maduro, de poner a la venta entre el 5 y el 10% de empresas en manos del Estado.
Lo hace porque esas empresas están quebradas, pero, es muy difícil que los inversionistas, no sólo extranjeros sino nacionales, se atrevan a arriesgar sus capitales en un negocio que no resulta atractivo.
Dijo Maduro que los activos irían a la bolsa de valores, sin embargo no precisó detalles, lo que indica que todavía sigue siendo una oferta imprecisa, comentó el doctor Urbáez. No genera ningún tipo de expectativas.