En rueda de prensa realizada en Puerto Ordaz, la directiva de la Cámara de Comercio Asiática Latinoamericana (Cicla) ofreció resultados de gestión que se traducen en la mediación de acuerdos comerciales entre Venezuela y cinco países.
Voceros de la organización aseguraron que la política expropiatoria es cosa del pasado y que el estado Bolívar cuenta con los atractivos para desarrollar nuevas alternativas económicas.
El presidente de la cámara, Enrique Muñoz Lanz, explicó que el objetivo del gremio es la captación de inversión y talento. Muñoz recordó que el “bloqueo económico” y la crisis pospandemia son obstáculos para la recuperación nacional.
“Venezuela requiere la participación de la industria, el comercio y la captación de inversión extranjera. Las opiniones tóxicas que se han emitido de Venezuela en el mundo han afectado directamente las finanzas del país y la captación de inversión”.
Respecto al bloqueo económico refirió que las sanciones petroleras impuestas por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump hacia la administración de Nicolás Maduro, como un mecanismo para cortar los ingresos del mandatario, desconocido por al menos 50 países debido a sus políticas autoritarias y por llegar al poder en un cuestionado proceso de reelección.
Hay que construir un nuevo discurso para los inversionistas. Hay personas ancladas en cuando Chávez tocó el pito de ‘exprópiese’. No hay que seguir viviendo eso. Le estamos diciendo a la gente que se sume”
Cicla tiene representación en el resto de Latinoamérica y los 48 países de Asia. La directiva informó que están construyendo un equipo de trabajo sólido para trabajar, junto al gobernador Ángel Marcano, en el proyecto “Bolívar Renace”.
Los expositores garantizaron la existencia de negociantes que desean invertir en el país; asimismo informaron que estas compañías han sido verificadas a través de conexiones bancarias, estudiadas sus capacidades económicas y aprobadas como socios favorables para Venezuela.
Los interesados provienen de 5 naciones distintas. España, en primer lugar, representada por la compañía Mecal, un grupo especializado en el procesamiento del hierro y aluminio, que busca invertir en el sector briquetero.
India, único representante de Asia entre los inversionistas, hace presencia en la lista de socios a través de la Kurame, plataforma especializada en la fabricación de productos de droguería y farmacia. La directiva de Cicla aseguró que los representantes de la compañía conversaron con la autoridad única en Salud del estado Bolívar, Manuel Maurera, con quien sostuvieron una reunión de trabajo.
La compañía PRD, originaria de Brasil, busca invertir en el sector agropecuario a través de la agricultura. Este acuerdo representaría una mejora en el abastecimiento nacional; no obstante, no se tiene permitido dar cifras del porcentaje de cosecha que corresponderá a los brasileños.
Argentina, propietarios de los laboratorios Bio Bacter, es otro de los socios con quienes la cámara ha gestionado posibles inversiones. Por último informaron que una compañía italiana se mostró interesada en invertir en el sector del aluminio.
¿Hay realmente un marco de seguridad jurídica fiable para los inversionistas, tomando en cuenta las políticas expropiatorias de Hugo Chávez terminaron con la apropiación estadal de al menos 5 mil empresas?
La Ley Antibloqueo permite que los inversionistas puedan blindar sus activos. Se crea un centro nacional de inversión. Esta ley nos permite poder burlar el bloqueo. El empresario tiene un marco jurídico que es la Ley Antibloqueo. Estamos en una nueva etapa y una nueva historia. Nicolás Maduro está apoyando a los inversionistas. Las expropiaciones fueron vicisitudes que se tuvieron que vivir, ese escenario no está en la mesa.
“Hay que construir un nuevo discurso para los inversionistas. Hay personas ancladas en cuando Chávez tocó el pito de ‘exprópiese’. No hay que seguir viviendo eso. Le estamos diciendo a la gente que se sume. El presidente ha dado grandes demostraciones de ser emprendedor”.
Pese a que el Estado tiene en su haber 5 mil empresas expoliadas, los planes de reintegración a sus legítimos dueños solo incluyen 50 organizaciones. A su vez no existe una política de reparación de daños que brinde a los empresarios la capacidad de recuperar sus activos y reconstruir las compañías.
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