El déficit presupuestario que vive la Universidad de los Andes en todos sus núcleos y extensiones, situación que perjudica el funcionamiento, mantenimiento y el desarrollo de las clases, denunció a los medios de comunicación, Ornella Gómez, presidenta de la Federación de Centros Universitarios de la ULA.
Advierte que se trata de una asfixia presupuestaria desde el régimen a las casas de estudios autónomas de Venezuela. En el caso de la ULA, alertó que en 2021 solo se recibió 4,3% de los recursos que necesita la institución para optimizar los espacios y hacer mantenimiento; dinero que se va en su mayoría al pago de nóminas.
«La universidad necesita mínimo 2 millones de dólares de acuerdo a un estudio de la oficina de Ingeniería y Mantenimiento. El gobierno y sus instituciones no han enviado ese dinero. Hasta este momento solo se recibe lo necesario para el pago de sueldos del personal y sin embargo, no cancelan lo que estaba asignado en las partidas de los docentes y del personal», precisó.
Gómez alertó que como consecuencia de las lluvias en la Universidad de Los Andes (ULA) en los núcleos Mérida, Táchira y Trujillo hay más de 20 espacios inundados como el Anfiteatro de Medicina, así como algunas aulas del núcleo Trujillo.
«Son situaciones que impiden que en este reinicio de actividades académicas podamos desarrollar más clases de manera efectiva. No hemos podido iniciar algunas materias y cátedras porque los espacios no se encuentran en las condiciones y tampoco contamos con el personal de mantenimiento», explicó.
Estima la líder estudiantil, que la deserción es el denominador común en la comunidad universitaria. De acuerdo a las cifras publicadas por el Observatorio Venezolano de la ULA en un período de 10 años, abandonaron estudios 29.326 estudiantes, siendo el 2021 el año con más alta deserción estudiantil con 18,6%.
La máxima representante de los estudiantes de la ULA manifestó que 330 jóvenes comenzaron el año de Medicina y actualmente son menos de 70 personas que van a culminar el año. «Son jóvenes que se han ido del país, que abandonaron la carrera porque no tienen cómo poder mantenerse dentro de la ciudad y costear sus estudios».
Vandalismo en la ULA
Alerta que durante los últimos tres años la Universidad de Los Andes ha sido víctima de robos, hurtos, desvalijamientos e invasiones como en el caso de la finca Judibana en el núcleo de El Vigía.
Gómez precisó que las universidades venezolanas han registrado por lo menos 436 hechos delictivos sin que las autoridades den una respuesta efectiva.
Para la estudiante de Enfermería, todavía hay oportunidades de seguir manteniendo las universidades operativas, para lo cual hay que reinventarse para no perder el legado de estas instituciones que han estado venciendo las sombras por más de 200 años y formando profesionales que el país necesita.