El doctor César Pérez Vivas, quien fue uno de los principales activistas del referendo presidencial del año pasado, está planteando a la dirigencia de los partidos políticos y plataformas democráticas, así como al resto de la sociedad venezolana, suscribir un pacto para la reconstrucción de la democracia.
En entrevista con Elimpulso.com, el exparlamentario y exgobernador del Táchira, quien también es docente universitario, declaró que la exclusión de las dictaduras en la próxima Cumbre de las Américas pondrá en evidencia el irrespeto de Cuba, Nicaragua y Venezuela a los Derechos Humanos.
Considera necesaria la educación política para evitar que los movimientos izquierdistas radicales sigan engañando a los pueblos e implanten regímenes autoritarios, que persiguen a los dirigentes de oposición y sumen en la miseria a sus países.
Dentro de su propuesta está en desmontar el Estado centralista y militar, así como eliminar la reelección presidencial y escoger al presidente mediante la doble vuelta.
¿Qué impresión tiene usted de haber sido excluidos los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, de la Cumbre de las Américas, y la posición tomada por los presidentes Andrés Manuel López Obrador, de México; y Luis Arce, de Bolivia, de no asistir por ser solidarios con estas dictaduras?
La comunidad internacional tiene que poner en evidencia la precariedad democrática que tiene Venezuela y, por supuesto, la ausencia de democracia en Nicaragua y Cuba. La solidaridad de los gobiernos de México y Bolivia es la de una izquierda radical, que tampoco tiene la suficiente entereza de exigirle a Raúl Castro, Daniel Ortega y Nicolás Maduro el respeto a los Derechos Humanos. En consecuencia, el que hace una fiesta tiene derecho de invitar a quienes quiere invitar. La comunidad latinoamericana no quiere invitar a estos gobernantes antidemocráticos precisamente por esta condición.
¿Qué posibilidad existe de que haya mayor presión sobre el régimen venezolano, tomando en cuenta que está siendo investigado por la Corte Penal Internacional debido a crímenes de lesa humanidad?
-Es fundamental que la comunidad democrática internacional le aplique este tipo de sanciones a los gobiernos autoritarios y en la historia de Venezuela existe la llamada Doctrina Betancourt, formulada por Rómulo Betancourt, según la cual debe primar gobiernos democráticos y rechazar las dictaduras de cualquier corte como la forma de que se produzcan los pasos a fin de que haya democracia. De manera que no es la primera vez en la historia de América que se establece una cláusula democrática para poder formar el concierto de naciones democráticas del hemisferio. Ciertamente, el gobierno de Maduro está siendo investigado por la Corte Penal Internacional y nosotros, los venezolanos, aspiramos que permita precisar el volumen de delitos cometidos por las fuerzas de represión de la administración de Maduro durante todos estos años, que se han convertido en muertes realmente lamentables. Además, se han convertido en privación de libertad y exilio para miles de ciudadanos como consecuencia de un modelo político que niega los derechos fundamentales de la persona humana. Esperemos, entonces, que esta investigación que lleva adelante la Fiscalía de Corte pueda, además de precisar, determinar las responsabilidades y aplicar la justicia que, lamentablemente, dentro del territorio nacional no se ha hecho, muy a pesar de que el gobierno ha tratado de enmendar la plana con modificaciones en el sistema de justicia; pero, que son modificaciones gatopardistas o lo que es lo mismo, una burla.
Si el propio diputado oficialista Pedro Carreño dijo públicamente, antes de que se produjera la designación de los magistrados de ahora, que el anterior TSJ era corrupto y han sido designados casi todos los mismos funcionarios en el nuevo, ¿cómo lo ve la población?
La modificación del Tribunal Supremo de Justicia, como ya lo señalé, fue gatopardiana, cambiar para que todo siga igual. El objetivo de ese cambio fue para tener un más eficiente control del TSJ, en razón de que producto del número de miembros que lo constituían, ya que eran 32, se dificulta lograrlo y esto llevó al gobierno a reducirlo a 20 como era antes de la reforma del 2.004, que se hizo precisamente para tener control de ese tribunal. Pero, pasados los años, la mayoría se fue relajando. Y ese control estricto y férreo de la cúpula del Partido Socialista Unido de Venezuela quiere tener el sistema de justicia prestada a su parecer, haciéndola más compleja. Esto fue lo que llevó a modificar la Ley Orgánica del TSJ para, entonces, ahora excluir un número de magistrados y tener veinte que pudiesen ser más controlados desde el palacio de Miraflores.
En ese sentido, a pesar de que Pedro Carreño puso en evidencia un hecho que pocos conocen cómo es la profunda descomposición ética del sistema de justicia, sin embargo, los principales actores fueron ratificados en abierta contradicción de la Constitución, que establece un período de doce años para los magistrados por una sola vez. Esto quiere decir que los magistrados que ya cumplieron doce años en sus funciones no pueden volver más nunca a ser magistrados. Sin embargo, el Psuv en esta Asamblea presidida por Jorge Rodríguez, en abierta violación del texto constitucional, incluyó como magistrados a personajes que ya no podían serlo. Es por ello que debe haber un cambio político para que se restablezca la majestad del Poder Judicial, de acuerdo a los mandatos y principios constitucionales.
Soy el promotor de un Pacto por la Democracia, de la sociedad democrática venezolana, a los fines de que haya un gobierno que garantice los servicios públicos y desmonte el Estado empresario, con el cual han robado buena parte de los recursos del Estado y ha arruinado la economía nacional.
España ya ha entregado, en extradición a los Estados Unidos, a Claudia Patricia Díaz Guillén, quien fue enfermera de Chávez y éste la nombró tesorera de la nación. ¿Cómo se explica que una persona sin condiciones para un cargo de tan alta responsabilidad haya sido puesta a cumplir funciones de esa naturaleza?
¿Cómo explica usted que un señor que no tiene ninguna formación determinada sea el presidente de la República, como es el caso de Nicolás Maduro?
Aquí, para ejercer las funciones públicas en el socialismo del siglo 21 no se requiere idoneidad profesional, ni moral, sino simplemente ser obediente y militante de la revolución, entre comillas esa palabra revolución, para que se le asignen responsabilidades de cualquier tipo. Eso explica que una gran cantidad de generales, que nunca fueron preparados para la función y la gerencia pública, hayan sido nombrados presidentes de casi todas las empresas del Estado porque el partido político que nutre de funcionarios al aparato del Estado socialista es la Fuerza Armada Nacional, lamentablemente distorsionada. Tenemos que recuperar a la Fuerza Armada, volverla a convertir en una institución al servicio del Estado venezolano y de la nación venezolana y no de un partido político como, desafortunadamente, la ha destruido el Psuv.
Ahora que usted habla de fuerza armada, el coronel retirado Antonio María Guevara Fernández advierte el peligro del triunfo electoral de Gustavo Petro en Colombia, porque ya se ha previsto una plataforma militar que apoyaría a los guerrilleros del vecino país. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Recuerde que Hugo Chávez anunció en una oportunidad que el proyecto de las FARC y el ELN era un proyecto muy serio y respetable. De modo que no nos extrañe para nada que este gobierno apoye a Gustavo Petro. Pero, cuesta pensar que el ejército nuestro, mal preparado, vaya a meterse en los asuntos de Colombia, que tiene una fuerza armada muy experimentada. Eso sería una locura. Lo que sí está claro es que el gobierno de Maduro le ha dado apoyo a la guerrilla colombiana y eso es notorio.
¿Cómo se explica que el ejemplo de Venezuela, en el sentido de que hay más de seis millones de personas que se han ido del país porque el modelo político no les da oportunidad de vivir dignamente, todavía la gente apoye, como sucede en Colombia y Brasil, a figuras como Petro y Lula?
-Porque América Latina es una región de muchas contradicciones, tiene altos niveles de pobreza y a pesar de que países como Colombia, Perú y Chile, lograron crecimientos importantes, todavía quedan sectores marginados que son pasto fácil para la izquierda radical populista dedicada a promover los sentimientos básicos y en una sociedad democrática, abierta, tienen la posibilidad de llevar a cabo sus iniciativas y acciones políticas; pero, cuando llegan al poder empiezan a instaurar los sistemas autoritarios, restringir la libertad y el derecho a la libre expresión del pensamiento, bloquear la información e imponer la censura, encarcelar a la disidencia opositora y llevan a los pueblos a sufrir las penurias que tienen los venezolanos, nicaragüenses y cubanos. Hay que hacer un esfuerzo para formar a los ciudadanos en la educación política y lograr políticas públicas inclusivas y eficientes en América Latina, para que estos movimientos radicales y populistas no logren engañar a la gente.
Algunos partidos de oposición están hablando de elecciones primarias con el fin de llevar un solo candidato a las presidenciales del 2024. ¿Cuál es su visión al respecto?
Efectivamente, en el 2024 deberían haber elecciones presidenciales a menos que Maduro haga con éstas lo mismo que hizo con el referendo revocatorio: impedirlo. El país debe estar atento porque no debe extrañarnos cualquier maniobra de Maduro para impedirnos el derecho que tenemos los venezolanos a elegir sus autoridades.
Ya de por si existe una limitación muy grave para la política en Venezuela con la censura en los medios de comunicación, con el bloqueo que tiene el gobierno a los portales informativos como El Nacional, La Patilla y otros medios digitales a los cuales es difícil acceder por las disposiciones de censura gubernamental. Todo esto nos puede llevar a la conclusión de que las elecciones del 2024 ni siquiera están aseguradas.
Pero eso no significa que la oposición política no se prepare para ese proceso. Es una obligación y un deber de la dirigencia política preparar el camino hacia esas elecciones.
El primer paso a dar debe ser un pacto de los dirigentes, de los partidos democráticos y de la sociedad civil para restituir la democracia Yo diría un Pacto para la Democracia y la Libertad en Venezuela, donde se establezcan los puntos esenciales de un acuerdo para la gobernabilidad democrática de la sociedad.
Eso se traduce en cambios culturales profundos al modelo socialista implantado por Chávez en la Constitución de 1999.
Esto tiene como temas fundamentales los siguientes:
Primero, el restablecimiento del Congreso bicameral, para que Venezuela vuelva a tener un parlamento fuerte, sólido y no sea una caricatura como es la Asamblea Nacional constituida por unos individuos que no son parlamentarios sino que son como muchachos de mandado del palacio de Miraflores.
Segundo, eliminar la reelección presidencial para que el ciudadano elegido presidente de la República no pretenda perpetuarse en el poder, como ha pasado, primero con Hugo Chávez y seguidamente con Nicolás Maduro.
Tercero, reducir el período constitucional a cinco años
Cuarto, establecer la doble vuelta presidencial.
Quinto, garantizar el Estado federal y desmontar totalmente el Estado centralista militarista que hoy tenemos, dándole autonomía para que ejerza a plenitud sus funciones y acabar con esta lamentable condición en que se encuentran gobernaciones y alcaldías, ya que todo tiene que ser resuelto desde Miraflores.
Tanto gobernaciones como alcaldías son en este momento entidades sin ninguna capacidad de gestión en los asuntos públicos, lo que explica la situación de pobreza y miseria en la que está inmersa la población venezolana.
Sexto, comprometernos todos a una economía democrática de mercado, que genere riqueza y restablecer la prosperidad del país.
En función de ese acuerdo deben hacerse unas elecciones primarias, abiertas e inclusivas para que los líderes y partidos que concurran a las mismas se comprometan a llevar adelante esa política establecida en el pacto por la democracia y la libertad en Venezuela.
Esas primarias deben hacerse el próximo año, para amanecer el 2024 con una plataforma de guía para los ciudadanos y con un programa que le abra al país la esperanza de retornar a la democracia.
¿Qué se va a hacer con los militares si como usted dice forman parte de este gobierno?
Una cosa es la cúpula militar que está comprometida con Maduro y otra los miles de militares, a los cuales ni siquiera les alcanza el salario para vivir dignamente con su familia.
¿Y qué nos dice de los partidos intervenidos y políticos inhabilitados?
Los partidos que están buscando un acuerdo con el gobierno tratan de que les quiten esas sanciones a los dirigentes y ojalá eso se pueda lograr. En todo caso, a pesar de esa situación, nosotros tenemos la obligación de prepararnos y ganarle con un líder democrático las elecciones a Nicolás Maduro.
¿Cree usted posible reanudar el diálogo en México?
Lo ideal sería que hubiese una negociación para establecer las reglas fundamentales para volver a una democracia. Pero, yo no veo a Nicolás Maduro con intenciones de sentarse a negociar nada. Lo veo muy soberbio, presumido de que tiene todo el poder y, en consecuencia, la lucha interna es la de la movilización de todos los sectores de la sociedad venezolana para exigir los principios de la democracia cuando llegue la oportunidad.
