“El pájaro no canta porque tenga una respuesta, canta porque tiene una canción”
Maya Angelou
El origen de la música se remonta a la cuna del mundo. Al dar vida y espíritu al hombre el Creador recurrió a la armonía. Creó el canto de los pájaros que se convirtió en inspiración y variados gorjeos. De allí arrancó la música.
Según el Génesis en el cap. IV versículo 21 fue Tubal hijo de Lamec nieto de Noé quien desarrolló la cultura, convirtiéndose en el padre de los que tañeron por primera vez en el mundo la cítara y el órgano, (instrumentos de cuerda y de aire), Tubal no fue el inventor de la música puesto que ya para esta época la música existía.
La melodía a través del tiempo ha encantado a todas las culturas, en las que cada quien pone la nota de su patria en composiciones y estilo propio.
Venezuela tiene compositores de renombre mundial, tiene músicos y cantantes que adornan y embellecen como broche de oro el querido tricolor. Dudamel es orgullo nacional, es más, mucho más que el sucesor de una gloria universal.
La fama lo levantó sobre los Andes, dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Juventud venezolana en el “Festival Internacional Beethoven” (el hijo musical más ilustre de Bonn) En el apoteósico concierto enarboló el tricolor y sacó a flote el genio que lo cubre, nada menos y nada más que en Bonn tierra donde saben de cultura, de música, de compositores, de calidad, de finura y estilos, de música clásica, tradicional y de genios. De este genio venezolano dice el director de la filarmónica de Berlín Simón Rattle: “Dudamel es el talento más impresionante con que me he topado en la vida”
Músicos de Barquisimeto: Siempre habrá un lugar en las cumbres esperando por ustedes. El cuatro, la guitarra, la flauta, el piano, el violín etc. están allí invitando a no desmayar. Buscar algo empieza siempre con las pruebas y suerte del aprendiz y termina con la gloria del que sabe luchar y conquistar las cumbres del mundo musical.
De la Cruz, al frente hay un futuro que solo le abre la puerta a quien lucha y sube la escarpada con fe hasta coronar la cima. Adelante con ese cuatro, la flauta y ese anhelo de seguir los pasos del maestro que sabe llegarás lejos si te empeñas y no te cansas. Como dice el refrán juvenil “Porque el que se cansa pierde”
Mucha suerte, la gloria no nos la regalan, la ganamos con el esfuerzo, el amor, la constancia y las ganas de conquistar el más hermoso de los mundos, el de la música.
Suerte y no te rindas…
Amanda N. de Victoria