Investigar y contar la historia local es una loable tarea intelectual reciente en Venezuela que asumen el historiador profesional o el investigador de la disciplina. El abogado, político y escritor Jorge Ramos Guerra lo acomete en su libro La Confesión del Cólera en el que escudriña el asesinato del gobernador del estado Lara, Martín María Aguinagalde en 1854 y la persona del padre Macario Yépez, acusado falsamente de participar en el mismo.
Apoyado en rigurosos recursos metodológicos y técnicas investigativas el autor se adentra seriamente en la indagación de este trágico pasaje en el acaecer histórico regional. Dedico paciente y largo tiempo a la búsqueda y confirmación de datos en los archivos de la Biblioteca Nacional y la Academia Nacional de la Historia. El científico social en labores prácticas de investigación para revelar un momento de la historia.
Trabajado desde los géneros literario del cuento y la crónica este trabajo de Ramos Guerra reseña este acontecimiento registrado en el período posterior a la independencia de Venezuela. Entonces, el país se debatía en inútiles guerras civiles y el accionar de ignorantes caudillos liberales y conservadores movidos por la ambición del poder.
El presbítero José Macario Yépez y Martín María Aguinagalde son dos personajes de la historia religiosa y política de la región en el siglo XIX. El primero es famoso por presuntamente ser la última víctima de la peste de cólera que azotó a Barquisimeto en 1656 cuando invoca un milagro a la Divina Pastora. El segundo por ser el centro de una conspiración política tramada en su contra por elementos de la elite conservadores barquisimetana en julio de 1854 que termina en su asesinato por su condición de liberal. Un hecho considerado un antecedente de la Guerra Federal. Ambos ocupan el papel protagónico del relato.
La obra creemos nos muestra cómo se bate el cobre cuando de pelear por el poder político se trata. El hombre convertido en un lobo contra el hombre. Así pues, el contexto de la historia es la Venezuela de la Segunda República luego de 1826 predominantemente rural. Con dominio de la técnica narrativa al inicio abre con una superposición de planos al ubicar el relato en el presente, específicamente en 1943 cuando fueron exhumados los restos del padre Yépez. Ello para luego apelar a la retrospección.
Ese clima religioso que envuelve los sucesos narrados es hábilmente reflejado por el autor lo cual es notorio en el lenguaje usado. La expresión “avio” es consustancial al campesinado venezolano para referirse a los alimentos. Así se ubica culturalmente al lector. Las formas de ser y vivir de una época en una sociedad. El mismo define filosóficamente el texto en los parámetros de la metafísica y la escolástica, sobre todo al final durante la misa, cuando el padre Yépez parte definitivamente de esta Tierra. Aquí Ramos Guerra se luce por la bien lograda narración de ese momento.
Cuento histórico o crónica lo cierto es que Confesiones del Cólera, del escritor Jorge Ramos Guerra, constituye un valioso documento de una etapa de la historia regional del siglo XX. Es parte de sus méritos por su aporte para conocer el proceso histórico local durante un período convulso, cuyo signo era la violencia. La contraportada es rubricada por el periodista Esteban Rivas Marchena con un analítico comentario. Este es un fragmento de la historia de la política regional ataviada por un milagro y un crimen.
Freddy Torrealba Z.
