Corea del Norte disparó el sábado un presunto misil balístico diseñado para ser lanzado desde un submarino, anunció el ejército de Corea del Sur, continuando aparentemente con una racha de provocaciones en una exhibición de armas que podría culminar con una prueba nuclear en las próximas semanas o meses.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano no dijo de momento qué tipo de arma disparó Corea del Norte desde aguas cercanas a la ciudad portuaria oriental de Sinpo, donde Corea del Norte tiene un astillero importante que construye submarinos. Tampoco dijo inmediatamente qué tan lejos voló el misil. No quedó claro si el lanzamiento habría involucrado a un submarino real o a una plataforma de prueba submarina.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Japón dijo que el lanzamiento posiblemente fue balístico, pero no proporcionó todavía los detalles del vuelo. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ordenó a sus autoridades que se prepararan para todas las “situaciones imprevisibles” y aseguraran la seguridad de los aviones y barcos, pero no hubo informes inmediatos de daños.
El aparente lanzamiento fue la primera demostración de Corea del Norte de un sistema balístico disparado desde un submarino desde octubre pasado, cuando probó el despegue de un nuevo misil de corto alcance desde el 8.24 Yongung, su único submarino conocido capaz de disparar misiles, en lo que fue su primer lanzamiento de prueba bajo el agua desde 2019.
El lanzamiento se produjo tres días después de que las fuerzas armadas de Corea del Sur y Japón detectaran que Corea del Norte lanzó un presunto misil balístico desde un sitio cercano a su capital, Pyongyang. El hecho ocurrió tres días antes de la toma de posesión del presidente electo de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, quien prometió asumir un enfoque más duro sobre las ambiciones nucleares de su vecino del norte.
El lanzamiento más reciente fue probablemente la ronda número 15 de lanzamientos de misiles de Corea del Norte este año, incluida su primera prueba de un misil balístico intercontinental desde 2017, el cual demostró su potencial alcance a todo el territorio continental de Estados Unidos.
Corea del Norte claramente ha estado explotando un entorno favorable para impulsar su programa de armas, pues el Consejo de Seguridad de la ONU está dividido y paralizado por la guerra de Rusia contra Ucrania.
Los expertos dicen que el ritmo inusualmente rápido en la actividad de pruebas subraya una política arriesgada, destinada a obligar a Estados Unidos a aceptar la idea de Corea del Norte como una potencia nuclear y eliminar las devastadoras sanciones norteamericanas.
También hay indicios de que Corea del Norte está restaurando túneles en un campo de pruebas nucleares, donde realizó su sexta y última prueba nuclear en septiembre de 2017, en medio de posibles preparativos para otra explosión de prueba.
Algunos analistas dicen que Corea del Norte podría usar otra prueba nuclear para afirmar que adquirió capacidad de construir ojivas nucleares pequeñas, que podrían armar su creciente gama de armas de corto alcance que amenazan a Corea del Sur y Japón, o formar un grupo de bombas en un misil balístico intercontinental de ojivas múltiples.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha acompañado sus pruebas de misiles con advertencias de que el Norte podría usar sus armas nucleares de manera proactiva si es amenazado o provocado, lo que, según los expertos, posiblemente presagia una creciente tensión nuclear que crearía mayores preocupaciones para Corea del Sur y Japón.
Los ejércitos de Corea del Sur y Japón dijeron que el misil norcoreano disparado el miércoles recorrió unos 500 kilómetros (310 millas) a una altitud máxima de 800 kilómetros (500 millas). Los medios estatales de Corea del Norte aún no han informado sobre esa prueba.
