Caía en día jueves aquél 28 de abril de 1988. Era la fecha pautada para que Luís María Frómeta Pereyra, conocido sencillamente por todos como “Billo”, subiera al escenario de la sala “Ríos Reyna” del Teatro “Teresa Carreño” de Caracas a dirigir nada menos que a la orquesta Sinfónica de Venezuela.
Su ensueño se iba a cumplir rodeado de los mejores amigos y artistas que le acompañaron, y muchos admiradores de un trabajo sostenido y sabroso durante la carrera musical, quienes iban a cantarle un concierto en su honor, obsequio de Caracas, eterna enamorada, su novia desde la primera mirada que cruzaron, a la que tanto le cantó.
No era ajeno al sonido académico, pues en Santo Domingo había participado incluso en la fundación de la Sinfónica de la capital dominicana.
Pero un día antes, el miércoles 27 de abril de 1988, cuando concluyó el ensayo final de la canción «Un Cubano En Caracas», sufrió un derrame cerebral. Terminó la pieza y los músicos de la orquesta, puestos de pie, lo ovacionaron largamente. Entonces se precipitó. Entró en estado de coma y sin recuperar la consciencia falleció una semana después, el jueves 5 de mayo.
Nació el 15 de noviembre de 1915 en Santo Domingo, capital de República Dominicana, y a la fecha contaría con 107 años de edad.
Quizás la emoción que le produjo el momento lo hizo desplomarse. La imaginación humana hizo pensar también en el desenlace de alguna enfermedad no detectada, o que no le gustó el ensayo, que no todo estaba bien en el trabajo de la Sinfónica, y eso lo molestó. El sueño eterno no permitió aclararlo. No volvería a hablar, y partió físicamente.
En el contexto de la tristeza se recordó no solo la gloria a lo largo de 5 décadas de agitada carrera musical, sino el cúmulo de dificultades por las que hubo de pasar en diversas etapas de su vida, envidias, resentimientos, destino, inocencia.
Eternamente “Billos”
Nombrar la Billos Caracas Boys es hablar de una de las mejores orquestas del siglo en Venezuela.
Estuvo en competencia con las grandes de la época: “Chucho Sanoja”, “Aragón’”, “Sonora Matancera”, “Dámaso Pérez Prado”, Luís Alfonso Larraín, hermanos Belisario, Los “Peniques”, Rafael Minaya “Tatán”, Filo Rodríguez, Leonard Melody, Aníbal Abreu y Aldemaro Romero.
El radiodifusor Juan Francisco Rodríguez la bautizó con el slogan “la orquesta más popular de Venezuela”. “Billo” se refiere a cuando se habla del maestro y “Billos” cuando se refiere a la orquesta.
En los últimos años, monopolizó junto a los Melódicos, de Renato Capriles, los bailes en el país.
¿Cómo no recordar a los cantantes Cheo García (+), Memo Morales (+), Felipe Pirela (+), José Luis Rodríguez y el bolerista Ely Méndez (+)? Aún muerto su mentor, sigue siendo una de las la más difundidas en Venezuela y Colombia.
Se enamoró de Caracas
“Billo” Frómeta conoció sus dones por la música desde muy joven ya que en la escuela primaria donde estudiaba era de asignación obligatoria.
Su primera banda con relativo éxito la conformó con Francisco Damirón, su hermano Fernando Frómeta y Freddy Coronado conocido como “Negrito” Chapusseaux, quienes fundaron la orquesta de baile “Santo Domingo Jazz Band”, nutrido grupo que pertenecía al Presidente de la Isla, el General Rafael Leonidas Trujillo, conocido como “Chapita”, y se identificaba como Santo Domingo Jazz and.
Fue Coronado quien le comentó a Frómeta que en Caracas había buenas oportunidades para la presentación de nuevas orquestas.
Salir de la isla no era fácil, sumado a la parte económica, pero después de dialogar con el mandatario lograron permiso de viajar a Venezuela bajo la condición de que donde se presentaran debían mantener el nombre de la orquesta, a donde llegaron el 31 de diciembre de 1937 para tocar en el Roof Garden, local de baile en el centro de la Capital.
Pero los hermanos Sabal, empresarios y dueños de la sala, decidieron cambiar a último momento el nombre de la orquesta por el de “Billo’s Happy Boys” sin notificarle a “Billo” Frómeta.
Al saber el representante diplomático de República Dominicana acreditado en Caracas sobre este cambio, hubo protestas en ese país.
El inconveniente, y el hecho de estar allí bajo la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo y la prórroga consecutiva del contrato, obligaron a los integrantes de la orquesta permanecer en Caracas con un minúsculo sueldo.
Sin embargo, ello motivó a la agrupación adquirir cada día mayor firmeza en el seno del público.
En 1939 “Billo” se vio afectado por el tifus, de tal manera que sus médicos consideraban imposible salvarlo, por lo que decidieron desintegrar el grupo. No obstante, se recuperó y continuó su trabajo orquestal.
En agosto de 1940, reagrupó la orquesta y le cambió el nombre a “Billo’s Caracas Boys”, el cual aún mantiene en honor a la ciudad donde residiría hasta el final de sus días, y de la que siempre manifestó su ferviente amor con temas como “Canto a Caracas”, “Mi viejo Guaire”, “Sueño caraqueño”, “Un cubano en Caracas”, “Caracas pórtate bien”, “Caracas vieja”, “Mensaje a Juan Vicente”, en cuya una de sus partes dice: “Vicente chico/ tócamele algo a Caracas”/, entre otras.
Años más tarde, cuando funcionaba la AVADE (Asociación Venezolana de artistas en Escena), la directiva sancionó a “Billo” porque tenía sólo músicos extranjeros. No podía tocar en espectáculos ni grabar.
Entonces en un pequeño local en Sabana Grande abrió un restaurant llamado “El Rincón de “Billo”, de corta vida, porque según el periodista Óscar Yánez, sus amigos llegaban, comían, tomaban y firmaban llevándolo a la quiebra.
Nacía la orquesta “los melódicos” de Renato Capriles, nombre que le colocó “Billo”, con quien el maestro había hecho buena amistad, y cuyos 2 primeros larga duración fueron su obra.
“Billo” viajó a Cuba por la quiebra de su negocio, y al concluir el veto de la AVADE, regresó al país donde encontró a un guarachero maracucho llamado Cheo García y a un tímido muchacho de nombre Felipe Pirela, añadiendo luego a otro maracucho llamado Joe Urdaneta, a quienes incluyó en su orquesta.
Pirela buscó nuevos horizontes y fue sustituido por José Luis Rodríguez llegando luego el intérprete de música moruna Memo Morales, “el gitano maracucho”.
Luego de fundar oficialmente la orquesta en 1940, desfilaron por su agrupación voces como las de Rafa Galindo, Víctor Pérez, Miguel Briceño, Manuel Dagoberto Alemán Monterrey quién pasó a ser Manolo Monterrey, el “ciclón antillano”.
Algunos críticos consideran que Frómeta fue músico de nacimiento, intuitivo en el sentido de que aun descartando sus muchos años de aprendizaje teórico y la constante práctica y ensayo, llevaba el sentido melódico y rítmico.
Además era observador de la idiosincrasia popular, la que siempre supo captar en sus diversas composiciones dedicadas a Venezuela y, sobre todo, a la ciudad de Caracas.
El primer tema que tocó en Venezuela fue “Caña Brava”, y lo hizo con un saxofón que no era de él sino de un dominicano amigo, sastre, al que se lo había pedido prestado y no logró devolvérselo.
En la presentación de la orquesta “Billos Caracas Boys” en el carnaval de Santa Cruz de Tenerife del año 1987 donde actuaron junto a la famosa y reconocida cantante cubana Celia Cruz, establecieron un Récord Guinness como el concierto más grande realizado al aire libre con entrada gratis, ya que lograron una mega asistencia de 250 mil personas concentradas en la Plaza de España.
Y aunque durante el carnaval del año 2019 el cantante dominicano Juan Luis Guerra rompió dicho récord en el mismo sitio al reunir 400 mil personas, no ha sido reconocido debido a la gran importancia que tuvo el primer evento con la presentación de Celia Cruz en el carnaval chicharrero.
Por qué “Billo”
A Luis María Frómeta Pereira nadie lo llamaba por su nombre, simplemente le decían “Billo”. Ni él mismo sabía la razón de ese apodo. Muchas explicaciones se leen en internet sobre porqué le decían así siendo su nombre Luis María, y esta es la versión, la suya propia: “Billo” no quiere decir nada. En Santo Domingo, de donde yo soy, le ponen apodo a la gente”.
Existen 2 versiones del origen del legendario apelativo más conocido que su propio nombre. La primera se relaciona con un abasto que quedaba cerca de su casa y cuyo propietario era un señor malhumorado al que llamaban “Billo”.
Cuentan que su mamá Olimpia Pereira de Frómeta mandó a Luis María a buscar algo al abasto y el niño refunfuñó porque no quería interrumpir sus juegos. Al verlo le dijo que se parecía a “Billo”, y así se quedó.
Haydée Grillo, ex esposa, contó en una entrevista que una tía del músico decía que de pequeño Luís María era hiperquinético y solía decir repetidamente un vocablo usado en República Dominicana para despedir a alguien: “Abur, abur, abur, abur”. Una vez la tía le dijo “pareces un estribillo” y así, “Billo” quedó.
Los grandes amores
Luis María Frómeta Pereyra se casó 3 veces y tuvo 14 hijos. Pero entre todos sus amores quedaría para siempre grabado el que sentía hacia la ciudad de techos rojos que lo recibió con los brazos abiertos, Caracas su novia, su eterna enamorada desde la primera mirada. En su última entrevista Frómeta no pudo dejar de recordar su amor por ella. “Mi novia de siempre, la ciudad con la que tengo una deuda de gratitud y cariño”.
La muerte de Ely
Ely Méndez, intérprete de la orquesta falleció a los 75 años de edad a causa de complicaciones por Covid-19 la madrugada del 6 de febrero de 2021. Estuvo internado en la Clínica Santiago de León de Caracas.
Su obra es un referente junto a la banda del siglo XX en Latinoamérica. Era la figura más representativa del grupo, después de la muerte de “Billo”. Su verdadero nombre era Elio Méndez García.
La noticia enlutó esa mañana venezolana. Muchos fanáticos de la orquesta, e incluso, algunos desconocedores del legado reconocieron su importancia en la historia cultural del país.
Sus compañeros agradecieron la labor legendaria del cantante y, sobre todo, aseguraron que su presencia se mantendrá en el corazón de la orquesta.
El artista larense ingresó al conjunto en 1971 como reemplazo de José Luis Rodríguez. Grabó más de 120 canciones con el grupo por lo que se convirtió en uno de los pilares de él.
La muerte de Frómeta en 1988 dejó un vacío en la orquesta, pero Ely Méndez se convirtió en la figura representativa de la banda, al ser considerado el último gran bolerista.
Incluso, en 2019 se celebraron los 80 años de la Billo ‘s en honor a la figura y oficio artístico de Méndez. Su nombre, voz y vida estarán de ahora en adelante ancladas a su canto eterno en los discos de la banda.
En la actualidad la orquesta Billo’s Caracas Boys es dirigida por el nieto del maestro Luis María Frómeta Pereira, Adrian Frómeta tanto en Venezuela como en Estados Unidos y siendo así para cualquier parte del mundo.
Falleció la viuda del maestro
La mañana del sábado primero de enero de 2022 murió Doña Morella Peraza de Frómeta, viuda del maestro Luis María Frómeta en la ciudad de Tampa, Florida, Estados Unidos.
Durante más de 40 años lo acompañó, y fue la musa que lo inspiró en su canción “Cuando estemos viejos”.
Orlando Peñaloza