“Yo, yo sólo, he invadido más países que Alejandro, y más lejanos aún: he desafiado a dos imperios mil veces más poderosos que Roma y Egipto y que todos los imperios de la antigüedad juntos y que los de la era moderna.” Lo afirma Fidel Castro, hoy finado, en la autobiografía “más completa, minuciosa e irrebatible” que le escribió Norberto Fuentes. El nombre de Alejandro lo usó FC en la guerra.
“Soy el líder de una gran revolución internacional», arengaría en consigna, siguió la guerrilla en Venezuela, con el desembarco en las costas de la Península de Paraguaná, de tres toneladas de armas pesadas de distinto tipo, que fueron enterradas y las detectó fueron encontradas por la Guardia Nacional, generando otro revés para la causa insurgente, tituló en primera página El Nacional, 3 de noviembre de 1963. Significó el primer fracaso de la acción guerrillera que no recibió el envío no lo hicieron.
La segunda invasión se dio con Luben Petkoff que seleccionó a sus 14 insurgentes: entre figuran los comandantes Arnoldo Ochoa, Orestes Guerra, de la Sierra Maestra; los capitanes Mario Bouza, Luis Felipe Lastre, Ange Frías
HPM actualiza la ambición Castista “de ponerle la mano al petróleo venezolano que lo llevó a (Fidel malquistarse con Rómulo Betancourt por que este se negó a complacer al rutilante barbudo cuando, en 1959, le solicitó al presidente electo venezolano le ayudara con petróleo y le prestara 300 millones de US$).
Agrega que fracasaría también en su intento para lo cual infiltró en la filas revolucionarias venezolanas nada menos que al comandante Arnaldo Ochoa. Él, junto con Luben Petkoff y 15 experimentados cubanos, desembarcaron por las costas de Chichiriviche y se incorporaron al frente guerrillero que comandaba Douglas Bravo en la sierra falconiana”.
Y arribamos a la última invasión la del programado para las ostas de El Cocal de los muertos, dado a conocer como de Machurucuto del estado Miranda del de 8 de mayo de 1967 (hace 55 años). Por la guerrilla Venezoleana se incorporaron cuatro comandantes: Américo Silva, Moisés Moleiro, Eduardo Ortiz Bucarán y Héctor Pérez Marcano (estos dos últimos los únicos sobrevivientes)
-Pondré a disposición –respondió FC)- del operativo tres de nuestros mejores hombres: Raúl Menéndez Tomassvich (jefe máximo de la guerra de guerrillas vs campesinos que se alzaban contra Fidel en el Escacambray. ya fallecido), Capitán Silvio García Planas, el médico de la misión Harley Borges.
La madrugada del 11 de mayo –desobedeciendo instrucciones le siguieron tripulantes de las dos lanchas que los escoltaban, que naufragaron. Dos: Manuel Gil Castellanos y Pedro Cabrera Torres fueron capturados por Ejército y Guardia Nacional y el resto fueron dados de baja en la batalla.
Cuba fue denunciada ante la OEA por Venezuela. El Gobierno de rompió toda relación con la Isla.
Años más tarde los entonces sobrevivientes cubanos Menédez Tomassevich y Rosales del Toro fueron condecorados como «héroes de Cuba».
De Machurucuto a la Revolución Bolivariana es el valiente relato autocrítico (como lo dejó difundido Américo Martin) HPM diestramente recogido e instrumentado por el historiador Antonio Sánchez García, supone un decidido, claro testimonio de los eventos que rodearon.
Oportuno es recordar que FC comentó en la citada autobiografía que no le temblaría la mano cuando ordene la ejecución de un hermano de lucha como Arnaldo Ochoa. Y lo hizo junto con otros ex guerrilleros. «Fue un asesinato judicial para silenciarlos».
IN) memoria. El 28 de abril cumplió un siglo del natalicio de Pompeyo Máquez Millán. Nació, en Soledad, Anzoátegui, era hijo del acaudalado e ilustrado Gral “Chopo e¨ piedra” Octavio Márquez Fuenmayor, de Cumarebo, Falcón y de Luz María Millán, de Coro. El Santos Yorme, tal se conoció en la dictadura del Gral Marcos Pérez Jiménez.
Alberto Jordán Hernández
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