El salario mínimo de Venezuela es el más bajo del mundo y por esa misma circunstancia no alcanza para la alimentación del trabajador y su familia, motivo por el cual existe un gran descontento que será exteriorizado este primero de mayo, en Barquisimeto, cuando los asalariados saldrán a las calles a manifestar su disconformidad.
Al hacer el anuncio José González, dirigente regional de la Confederación de Trabajadores, que sostuvo que el monto y la forma como fue establecido dicho salario violenta lineamientos y normas de la Organización Internacional del Trabajo, los cuales recomiendan que los ingresos de los trabajadores deben ser suficientes para mantener al trabajador y su familia.
La OIT fue creada en 1919 después que la primera guerra mundial devastara a una gran cantidad de países y sus trabajadores vivían momentos difíciles para sobrevivir.
Desde entonces hasta ahora, esa organización ha mantenido constante vigilancia sobre la dignificación de los trabajadores y se ha preocupado porque éstos reciban los beneficios que les corresponde.
Se espera que la comisión de alto nivel de la OIT que ha estado en Venezuela y que hoy se marcha, haya hecho comprender a los funcionarios del gobierno que su política hacia la comunidad laboral es completamente errada, porque el salario no puede ser establecido unilateralmente, sino mediante el análisis de la comisión tripartita, en la que el Estado es garante del acuerdo entre los patronos y los trabajadores.
Lo grave de Venezuela es que el gobierno es el principal patrón porque es el mayor empleador y, por su política, el peor en el mundo entero, ya que paga salarios de miseria.
Como el salario mínimo venezolano es de apenas unos 30 dólares mensuales, tomando en cuenta la cesta alimentaria, estamos muy por debajo de la pobreza crítica, ya que se le está pagando un insignificante dólar por día a los trabajadores, lo que constituye un ingreso mísero para una persona que tenga que mantener a su pareja y a sus hijos.
Como todos los primeros de mayo, vamos a ir a la calle a decir que estamos descontentos porque ese salario mínimo es un salario de hambre, pero no satisface el hambre y, en consecuencia, la desnutrición está afectando seriamente a nuestros niños y personas de la tercera edad.
Este primero de mayo habrá una misa en la iglesia Altagracia, a las 9:00 de la mañana, y posteriormente marcharemos por las calles. Hasta ahora no ha sido definido el trayecto, pero será informado oportunamente, dijo González.