Este 1 de mayo conmemoramos una vez más el día del trabajador en gran parte del mundo. Es un día para recordar la larga lucha de los trabajadores por lograr las reivindicaciones necesarias para que su labor sea dignificada, bien remunerada y puedan gozar de derechos básicos. Es un día para rememorar el verdadero valor del trabajo. Gracias al trabajo justo las personas pueden alcanzar el progreso social y superarse para lograr sus metas de vida, para su beneficio y el de sus familias.
Sin embargo, en Venezuela debemos seguir luchando para recuperar los derechos laborales que el régimen nos arrebató y que causó un incremento de la pobreza nunca visto en el país. Hoy, para la amplia mayoría de los venezolanos, el salario de un solo trabajo no rinde para cubrir ni las necesidades básicas, viéndose obligados a tener dos o tres trabajos distintos y aun así apenas poder sobrevivir. Es tremendamente injusto para todos, los sueños se han visto reducidos a solo trabajar para pagar las deudas y llegar al día siguiente.
El venezolano debe sacrificar su tiempo y energías en más de un trabajo, muchas veces en pésimas condiciones laborales, para evitar ahogarse entre tanta pobreza., mientras el régimen engorda sus bolsillos con el dinero del pueblo, y todo el país libra una batalla diaria adicional contra el sin fin de problemas sociales. El trabajo sirve para vivir mejor, en Venezuela eso se redujo a vivir solo para trabajar.
La situación ha escalado a tal punto que solo con comparar las estadísticas anteriores al régimen y las actuales se pueden apreciar los daños. De acuerdo con la ENCOVI 2021, en 1994 el empleo informal abarcaba el 58,7% de los trabajadores, en cambio para el año 2020 esa cifra aumentó hasta el 84,5%. Esto quiere decir que el grueso de venezolanos se ha visto en la obligación de abandonar sus trabajos formales porque el salario allí no les rendía para nada. Hablamos de un problema social importante porque el trabajo informal priva a las personas de gozar de la protección social y derechos que por ley les corresponden.
La solución no pasa por incrementar docenas de veces el salario mínimo mientras la inflación aumenta desmedidamente, esas medidas solo empeoran la situación. Para salir de este abismo es necesario implementar políticas públicas que permitan recuperar el valor del trabajo que nos lleve a vivir en un país con verdaderas oportunidades para todos, que nos deje alcanzar niveles de calidad de vida y lograr nuestras metas. Cada trabajador venezolano merece que su labor sea bien remunerada y contar con todos los derechos que la ley brinda. Solo cuando eso se logre, el 1 de mayo será un día en que los trabajadores venezolanos podrán festejar.
Stalin González
