Desde Planta Cemento de Guayana, este 29 de abril, trabajadores rechazaron la firma de un nuevo contrato colectivo por no representar los intereses de la masa laboral y ser promovido por sindicatos que no pertenecen al sector.
Johnny Linares, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Venezolana de Cementos en Guayana, reclamó que la firma de esta nueva convención no solo se dio a espaldas de los trabajadores, además, desmejoró cláusulas y beneficios establecidos en el contrato firmado en 2010 como el pago de utilidades, pago de colegio, entrega de juguetes, fiestas, entre otros.
“Quienes participaron en esta firma fueron los de la Federación de la Construcción, obviaron a los sindicatos de base legítimos como el nuestro”, dijo. Tras la firma del contrato que fue avalada por el ministro del Trabajo, José Ramón Rivero y el ajuste de salario, los cementeros recibieron un pago de 250 bolívares, equivalente a unos 54 dólares al momento de la cancelación.
El dirigente sindical reconoció que, aunque no han podido leer el contrato en su totalidad, en lo poco que revisaron se constataron de la recomendación, por parte de la Federación, de eliminar los contratos colectivos y establecer tablas salariales para la Corporación del Cemento.
“El pasado viernes 22 de abril consignamos un recurso de interpretación ante el Tribunal Supremo de Justicia para que ellos tomen cartas en el asunto en torno a la representatividad con la que firmaron este contrato”, dijo.
No está aprobado
En total desacuerdo se encuentran los trabajadores cementeros con la firma del contrato. Carlos Carmona, trabajador de Planta Cemento Guayana, afirmó que la Unión Bolivariana de Trabajadores (UBT), sindicato impuesto por las autoridades de la Corporación Socialista del Cemento, presentó un contrato falso que no fue aprobado por los trabajadores.
Además, exigió la renuncia de Neptali Acosta Prieto, presidente de la Corporación Socialista del Cemento por no garantizar los derechos de los trabajadores y avalar contratos que degradan los beneficios e incumple con los artículos 89 y 91 de la Constitución.
“El llamado es al ministro de Industrias para que escuche la voz de los trabajadores. La UBT no pertenece al sector cemento”, manifestó. Carmona acotó que los cementeros están comprometidos con incrementar la producción en las plantas operativas, pero bajo el compromiso de las autoridades de pagar un salario digno.
Recalcó que no pueden desarrollar sus labores percibiendo salarios de miseria, pidiendo prestado para cubrir las necesidades de su grupo familiar.
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