Turquía eliminó el martes una de las últimas restricciones que le quedaban en relación con el COVID-19: el uso de mascarillas en lugares cerrados y concurridos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció la medida durante una reunión televisada de la junta científica que ha dirigido las medidas de Turquía para combatir la pandemia durante dos años. Afirmó que la junta no se volverá a reunir a menos que surjan circunstancias “extraordinarias”.
“La obligación de usar mascarillas en espacios cerrados… se eliminó por completo”, declaró Erdogan en Ankara. “La aplicación de cubrebocas continuará por un tiempo solamente en vehículos de transporte público y en instituciones de salud hasta que el número de casos (diarios) caiga por debajo de 1.000”.
Agregó que se seguirá recomendando que los mayores de 65 años y las personas con problemas de salud que continúen empleando mascarillas.
El número de casos diarios se ha reducido drásticamente desde principios de febrero, cuando se registraron más de 110.000 contagios. Los datos diarios publicados el lunes por el Ministerio de Salud fueron de 2.604 casos y 15 muertes.
A principios de marzo, el gobierno relajó las normas sobre el uso de mascarillas, eliminándolas para exteriores o en sitios interiores con suficiente circulación de aire y distanciamiento social. También puso fin a la necesidad de que las personas muestren una app en el celular que muestra su registro de salud personal al ingresar a lugares como centros comerciales.
Unos 53 millones de los 84,6 millones de habitantes de Turquía han recibido al menos dos dosis de la vacuna, y casi 28 millones han recibido una tercera dosis.