“Señor, ayudadme a decir la verdad delante de los fuertes y…
a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.”
Mahatma Gandhi.
(Viene de Parte V) … La Creación de una organización, bajo la, “imprescindible,” dirección de la “Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado” que, cuantifique, de manera perentoria, los daños ecológicos causados, para que, de manera simultánea planifique, e inmediatamente se dedique a la consecución de los recursos, que permitan ejecutar, supervisar, y controlar, un proyecto cuyo objetivo principal sea la reforestación masiva de las áreas afectadas.
Se tiene conocimiento que, para la realización este tipo de proyectos existe financiamiento, a través de “El Acuerdo de Paris”, que sustituyó al Protocolo de Kioto, así como también de “La Comunidad Económica Europea.”
Se ha estimado científicamente que:
“Recuperar dos centímetros de capa vegetal perdida, tarda no menos de quinientos años.”
Solicitar a las autoridades a quienes compete, una investigación inmediata, sobre la planificación y la ejecución de los diferentes “Planes Café”. Se presume que hubo una irresponsabilidad extrema, sobre todo, de parte de quienes propusieron, asesoraron, apoyaron y ejecutaron planes de desarrollo cafetero que tan sólo condujeron a un ecocidio sin precedentes en la historia venezolana.
Específicamente sobre los criterios utilizados para la ejecución de la siembra de café a plena exposición solar en las zonas afectadas. Determinación técnica y científica, por parte de personal altamente calificado, sobre los daños ocasionados, para implementar las posibles soluciones y, muy especialmente sobre:
¿Cuál fue el destino de los fondos monetarios aprobados para la ejecución de los planes?
Incluyendo al “Plan Bolívar 2000.”
Por los actuales índices de producción cafetalera se presume que hubo una inmensa corrupción. Acabaron con un sistema productivo que fue orgullo patrio, con una clase social auto-sustentable, auto-suficiente y tan prospera que, nos llevó a la cúspide del mundo cuando, en 1886, sin disponer de financiamiento, asesoría técnica, fertilizantes, agroquímicos, o herbicidas, sacando su café a lomo e ´mula, después de haber soportado la Guerra de Independencia, la Guerra de Federación, a incendiarios de sabanas, asaltantes de pueblos y caseríos, esclavistas que vendieron niños al gobierno de su época, como lo fue Ezequiel Zamora, se le otorgó a Venezuela el primer lugar como productor de café, por su calidad y éramos los segundos, reconocidos mundialmente, por la cantidad de café exportado y, con el resultado de las divisas provenientes del trabajo de los caficultores, se pagó la deuda externa venezolana, durante el periodo que se les reconocía su esfuerzo, tesón, perseverancia e inversión, de eso se jactaba el mal llamado Benemérito, Juan Vicente Gómez, época en la cual, a esa clase social por el número de sus integrantes, se pudo catalogar como una Etnia, y se le daba un justo valor a su producto… “El Café.”
La principal importancia de la producción cafetalera es la “ECOLÓGICA.”
El café se cultiva en zonas de alta fragilidad, pendientes pronunciadas, montañas donde se encuentran las nacientes de importantísimos ríos, es por ello que sin que nadie les pagara por esto, fueron denominados:
“Guardianes gratuitos del ambiente.”
CONTINUARÁ…
Llamado especial a las personas que aceptaron la autoridad suficiente para solucionar los problemas que afectan a la colectividad larense, referente a la electricidad, para que cumplan con la responsabilidad que conlleva esa autoridad, a veces ejercida con abuso.
Tengo la presunción de que ellos no sufren las calamidades que ocasionan los continuos cortes de energía eléctrica, porque si hubiesen tenido que enfrentar los daños materiales, físicos y mentales a los cuales, continuamente, somos sometidos, ya hubiesen enmendado su actitud y cumplido con los compromisos adquiridos.
A pesar de las responsabilidades establecidas en la Constitución Nacional, que la violación de los Derechos Humanos constituye delitos que no prescriben y que el Estado venezolano es responsable de los daños ocasionados, nadie cuantifica la cantidad de electrodomésticos, maquinarias y equipos que la, supuesta, negligencia y corrupción, ha ocasionado. Así como tampoco se cuantifican los daños mentales que puede sufrir un niño, o un adulto mayor, encerrado en un ascensor por el lapso interminable ocasiona el pánico.
Como consecuencia de la falta de energía eléctrica se suma la falta de abastecimiento de agua potable, el deterioro en el suministro de Internet, además de que, por ejemplo, el servicio que presta la empresa Inter, está cada vez peor, pero la facturación aumenta cada vez más y el servicio lo prestan por lapsos cada vez menores.
La protección al consumidor quedó en el olvido…
Maximiliano Pérez Apóstol
