Nuestro sistema de salud ha sido devastado por la mala administración y corrupción del régimen. Es lamentable la paupérrima situación en la que se encuentran nuestros hospitales, que ni siquiera cuentan con los insumos básicos necesarios para curar a los venezolanos que así lo requieran. Para poder atender a los pacientes, los médicos deben pedirles que lleven todo lo que requieran: medicamentos, inyectadoras, algodón, alcohol, hasta guates quirúrgicos. Con la crisis que vivimos en el país, el salario no alcanza para poder costear todo lo que requieren.
Enfermarse es siempre un problema que nunca nadie quisiera afrontar, pero en Venezuela, gracias al régimen, curarse y gozar de una buena salud es un privilegio que pocos pueden tener. Nuestra Constitución establece la salud es un derecho de todos y que tiene que ser garantizado por el Estado a través de sus políticas públicas, pero esto ha quedado en el olvido. Esta es una verdadera tragedia que el régimen quiere ocultar.
A diario, los venezolanos ven padecer a sus familiares los más duros dolores y malestares, sin poder ayudar porque no les alcanza el dinero para costear los tratamientos necesarios para su recuperación. ¿Cómo puede una madre ayudar a su hijo enfermo en esta situación? ¿Cómo pueden trabajar y mantener su salud mental cuando están tan agobiados por la falta de dinero? Entrar a un hospital en Venezuela es peor que ver una película de terror, porque los horrores y sufrimiento que allí se ven, parten el alma. El sueño de los venezolanos se redujo a tener un trabajo que apenas pueda cubrir los gastos del mes y les permita ahorrar por si se enferman, porque no confían en que el Estado pueda solucionar nuestro sistema de salud.
Son incontables los pacientes que han fallecido esperando un trasplante de órgano que tanto necesitan, operación que en otro país sería posible. Cada niño que muere por esta situación es una tragedia que deja una herida más en el país. Lo mismo ocurre con pacientes oncológicos y quienes necesitan diálisis, que deben atravesar un calvario para poder recibir el tratamiento que necesitan.
Las estadísticas de enfermedades en Venezuela están peor que nunca. Somos el único país de la región que sufre un incremento de enfermedades en la población, algunas incluso extintas en casi todo el mundo, como la malaria, enfermedad que registra cada vez más casos en el país, o la tuberculosis, el dengue, el mal de chagas, el sarampión y la fiebre amarilla.
Venezuela requiere urgentemente un cambio político que traiga consigo un modelo que tenga como centro las soluciones a los problemas de los venezolanos. La salud es un derecho que tenemos todos y que debemos recuperar. Solo así podremos lograr que Venezuela vuelva a ser un país que responda a las necesidades del pueblo y que garantice nuestras vidas.
Stalin González