La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) Guayana presentó este jueves, 21 de abril, el Observatorio de la Región Guayana, una iniciativa adscrita al Centro de Estudios Regionales cuyo objetivo es monitorear, comprender y visibilizar la realidad compleja de la región amazónica en medio de la emergencia humanitaria.
La presentación del observatorio se realizó en el auditorio , y contó con la presencia de representantes de oenegés, organismos multilaterales, cuerpos diplomáticos, gremios, medios de comunicación y autoridades de la casa de estudios.
Esta unidad se propone registrar, documentar y analizar cómo afecta la crisis económica, política, social y socioambiental a las comunidades de Guayana, con el propósito de contribuir al desarrollo de políticas públicas y desarrollo sustentable. El eje trasversal es el bienestar humano como condición para ese desarrollo.
La información recabada se publicará periódicamente en el sitio web del observatorio, que cuenta con reportes, boletines informativos, mapas interactivos y una biblioteca virtual.
Incidir en el proceso de toma de decisiones públicas
“Este mirador está abierto a la confrontación con otras miradas, interactuar con otras observaciones que provienen de diferentes lugares y existen por el juego de perspectivas diferentes, con el propósito de contribuir desde la academia a incidir en el proceso de toma de decisiones públicas; así como profundizar en el conocimiento sobre la realidad de la región. El equipo del Centro de Estudios Regionales está convencido de que la producción del conocimiento requiere de una compleja interacción y diálogo entre especialistas, académicos y otros actores organizados en redes de colaboración, que pueden facilitarse con las tecnologías de información y comunicación disponibles”, expuso Aiskel Andrade, directora del Centro de Estudios Regionales.
Andrade destacó que los observatorios sociales son una herramienta clave para la gestión de la información y conocimiento. Permiten buscar información, discernir su relevancia, organizarla de forma coherente y presentarla de forma clara, lo cual favorece a que la investigación promueva el diálogo y el encuentro con la realidad.
“Nos preocupa la pobreza estructural, la injusticia, la violencia, las brechas territoriales, las condiciones medioambientales y los efectos perversos que puede llegar a generar un modelo económico que no considera el bienestar humano y social, como elemento definitorio y central de su quehacer”, puntualizó.
El padre Arturo Peraza, vicerrector de la UCAB Guayana, destacó en su ponencia que la educación universitaria debe basarse, no solo en la transferencia, sino en la generación de conocimientos. “Usted sabe si una universidad vale o no vale, cuando esta investiga y genera conocimientos; no porque da clases y repite conocimiento adquirido”, dijo el sacerdote.
Peraza sostuvo que la investigación es el centro de la vida universitaria y que debe hacerse preguntas para generar respuestas y así resolver problemas.
“Tenemos que hacernos preguntas: ¿qué hacemos frente a eso?, ¿cómo transformamos esta realidad? Bolívar tiene un aspecto interesante, somos la puerta al mundo amazónico, el cual representa planetariamente un conjunto de retos que hoy en día tienen plena vigencia: el problema ambiental, de sustentabilidad, pueblos originarios, minería, entre otros y cómo esto le habla a la humanidad entera, porque es la humanidad la que está en juego en este momento. La pregunta entonces es: ¿cuál es nuestro papel en esta zona donde se está cometiendo un genocidio masivo, rompiendo las estructuras de la naturaleza y de las comunidades asentadas en la región?”, expuso.
Una vez más destacó la importancia que tiene la academia para cuestionar el modelo económico extractivista impuesto que, lejos de representar progreso, sumerge a la población de la región amazónica en pobreza, violencia y explotación laboral y, a partir de ahí, plantear otras alternativas de desarrollo.
“Ese proceso de investigación nos tiene que mover a preguntarnos el tipo de universidad que podemos ser aquí y ahora. No se puede ser universidad si no se enfrenta eso. Cuando uno hace este tipo de apuestas a través de la investigación, creamos oportunidades, alternativas, proyectos y parte de esos proyectos se van a materializar en el Observatorio de la Región Guayana, para la región y el mundo global”, concluyó.
“En Venezuela, la desigualdad ha favorecido a los ricos”
El acto también contó con la presencia de Omar Zambrano, economista y fundador de Anova Policy Research. El especialista destacó que el observatorio debe mirar los indicadores de una Venezuela con una recuperación no productiva, “que es germen de grandes desigualdades sociales”, sostuvo.
Con ello explicó que la desigualdad es el signo de que la dolarización transaccional, ‘libre mercado’ para el emprendimiento, libre comercio para la importación de bienes terminados y mayor disponibilidad de bienes de consumo que comienza a experimentar el país, son apenas señal de una recuperación insipiente, no productiva.
A un año de lo que Zambrano denomina recuperación no productiva, explicó que solo 53,8% de las personas entre 15 y 64 años participa en el mercado laboral y 8,8 millones de adultos en edad productiva no generan ingresos autónomos.
Los ingresos laborales en dólares han mejorado, pero siguen siendo bajos. Los salarios también mejoraron, pero siguen sin ser suficientes para costear siquiera la cesta básica alimentaria. Además de eso, existe una gran brecha entre el sector público y privado.
Zambrano compartió algunas cifras que evidencian las enormes brechas salariales: en el sector público el salario es de en promedio 17,92 dólares, los ingresos propios son de en promedio 52,66 dólares, y en el sector privado los salarios son de 55,87 dólares en promedio. Esto según cifras de Anova Policy Research, basado en la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).
Zambrano explicó que las remesas ayudan, pero no tanto como se cree: 18% del total de familias venezolanas dice que recibe remesas y que estas son de 84 dólares mensuales en promedio. 2,1 millones de familias (24,3%) recibe 65,8 dólares mensuales en promedio.
“En Venezuela, la desigualdad ha favorecido a los ricos”, sentenció el especialista.
El economista señaló que Venezuela registra una vulnerabilidad general, y brechas regionales de 57%. En contraste, en Bolívar ese indicador se posiciona en 61%: 222 mil familias del estado Bolívar son vulnerables. En municipios como Sucre, ese porcentaje de vulnerabilidad es superior, de 94%.
“Guayana es un laboratorio de todo lo que está pasando en Venezuela, por lo tanto, entender a Guayana es entender a Venezuela”, puntualizó Zambrano.
Política económica y límites de crecimiento
El especialista indicó que la economía no puede crecer sin crédito del sistema financiero. Explicó que la estabilización basada en el tipo de cambio nominal puede limitar el futuro del desarrollo productivo.
Por otro lado, señaló que la migración y fuga de capital humano calificado, debido a los estragos de la emergencia humanitaria “pasará factura” en algún momento de la realidad nacional. La recuperación económica pasa, además, por recuperar la credibilidad, seguridad jurídica y protección de derechos de propiedad en el país tras años de control.
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