Por supuesto respeto todas las opiniones. Algunas me parecen acertadas y muchas otras equivocadas, pero todas respetables. Quizás el equivocado sea yo, por eso siempre tomo la precaución de pensar bien lo que voy a escribir. Es frecuente ver opiniones contradictorias de una misma persona. Pueden imaginarse hacia donde provoca enviarlas, pero aun así las respeto. Otras veces me sorprende lo que leo u oigo, pero también respeto lo que leo u oigo, por muy disparatado que me parezca, y finalmente hay temas acerca de los cuales no opino porque desconozco sus fundamentos. Cada vez son más los temas controversiales: la guerra, lo que llaman derecha o izquierda, los migrantes, las creencias religiosas, la pandemia e incluso la manera de combatirla. Hace días me encontré un profesional de la salud que me decía no uses tapaboca, eso te envenena, no te vacunes y le dije ya todo eso lo he hecho, me he vacunado las tres dosis y desde que comenzó la pandemia, he usado el tapaboca. Otro profesional de la salud me dijo, no dejes de usar el tapaboca. Hasta hoy, gracias a Dios, no me he enfermado.
Algo parecido está pasando con la carta de un grupo de distinguidos ciudadanos venezolanos, enviada al presidente Biden. En esa carta se le pide a Biden, suavizar las sanciones impuestas al régimen venezolano por los últimos tres presidentes del país del norte. El primero que comenzó diciendo que Venezuela constituía una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, fue Barack Obama. Luego Donald Trump arreció las sanciones y finalmente Biden ha sido firme con las mismas. Me parece imposible que las echen para atrás. No creo que las autoridades norteamericanas deshagan esas decisiones, aprobadas además por el Congreso norteamericano. El Ejecutivo Nacional, una vez emitidas las órdenes de captura, no las revoca. Por eso diría más bien que esas sanciones, estoy seguro, no van a deshacerlas. De manera que sería un error del gobierno del norte violentar decisiones ya tomadas. Ambos partidos (Demócratas y Republicanos) apoyan las sanciones. Por otra parte, creo que la mayoría de los venezolanos, aunque estemos padeciendo por esas sanciones, está de acuerdo que continúen vigentes. El objetivo de la mayoría en Venezuela es ver el final de esta situación y las sanciones es un medio para llegar a ese objetivo.
Me ha extrañado que en la carta enviada a Biden, aparezca el Dr. José Guerra, hombre muy serio, preparado y responsable. Lo he tenido siempre como un opositor muy convencido y lleno de virtudes ciudadanas. De los demás, no los conozco, no me extraña la posición asumida sobre la referida carta. Incluso, hubo alguno que confesó que suavizar las sanciones confiere más poder a Maduro. Entiendo también, que fue inconsulta la decisión de enviar esa misiva. Hemos andado mucho desde que este régimen comenzó: hemos marchado, hemos votado, nos hemos abstenido, hemos protestado, ha habido heridos y muertos y eso no se puede echar para atrás, es hora de luchar democráticamente por la libertad de Venezuela. No perdamos ese objetivo, algún día se logrará. Cuando eso ocurra, no se necesitará ninguna sanción y podremos enrumbar el país.
Joel Rodríguez Ramos