«La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad».
Nicolás Maquiavelo
El psicópata narcisista, te estudia, te elige, te copia, te cosifica, te seduce, te aísla, te silencia, busca destruirte.
En diversas entregas, hemos expuesto la descripción y características de dos de los rasgos contentivos de la triada oscura de la personalidad del Coronel psicópata, que son 1.- la psicopatía y 2.- el narcisismo, por lo que nos referiremos en este caso al tercer rasgo como lo es 3.- el maquiavelismo.
Con toda certeza, la personalidad de este Coronel está caracterizada por la triada oscura; es psicópata, narcisista y maquiavélico.
En una de las entrevistas iniciales que se le formularon al Coronel felón, habida consideración de unas actuaciones « non sanctas » que emanaban de él; con extrema ingenuidad su entrevistador quien no había avanzado en su prognosis por escepticismo y creyéndolo un hombre probo y sin taras mentales, impresión imprecisa que el mismo Coronel psicópata luego se encargó de borrar con sus reiterados y consuetudinarios momentos psicopáticos, exponiendo su afección mental con un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de otros sin ningún remordimiento y conducta ilícitas que en un principio se esmeraba en esconder u ocultar, pero que no pudo contener más porque por su alteración del carácter o de su conducta disocial quedó todo el tiempo en evidencia. Si no supiéramos que es un psicópata, diríamos que es además un «loco peligroso». Es un ser egocéntrico e inseguro necesitado de admiración.
Pues bien, en esa entrevista para favorecerlo, en ingenuo crédito para su bien, se le dijo, Coronel «la buena fe se presume y la mala hay que demostrarla», a lo que él replicó jactancioso y sobrado, con los ojos desorbitados y presuntuoso, como quien está necesitado de vítores por su hazañas criminales y con una sonrisita embaucadora a media jeta expresó: no doctor, yo opino lo contrario « piensa mal y acertarás». Desde ese momento, el grito que inconscientemente le salía de su desalmada estampa para que se le tomara como un hombre muy habilidoso para las trampas y los delitos camuflados, se hizo estrategia de investigación para conocerlo, para saber quién es ese individuo que quiere ser valorado por sus deméritos, más que por sus méritos, porque por ningún lado se le divisa el honor. Y esto forma parte de su psicopatología criminal, de su perfil delictual.
No por haber utilizado una frase cuyo autor es Maquiavelo se le asomó la punta del iceberg del maquiavelismo, sino porque entre otras cosas desarrolla constantemente planes maléficos y urde crímenes con ayuda de sus monos voladores y sus compadres. Es un planificador de estrategias para llevar a cabo actos de corrupción y apocamiento de los demás, en tanto le estorban en sus siniestralidades. Es astuto para ejecutar actos delictuales y conseguir con facilidad y engaño lo que ilícitamente desea.
Este felón, busca el talón de Aquiles de sus víctimas, pero al no encontrarles rabo de paja, entonces las difama, les escupe y ensucia su reputación y como una comadre chismea y hace alarde de su vileza. Estudia a las personas para encontrar sus puntos flacos y si no los consigue se los inventa, pero él no puede darse el lujo de equivocarse cuando urde un plan. Prefiere hacer víctimas antes que rectificar y admitir que se equivocó. El quid del asunto es destruir a sus víctimas, a quienes él envidia o a quienes cree que lo envidian a él, pero eso es solo un pretexto para atacar la autoestima de los demás, pues es una bajeza infame que le gusta dejar fluir por su menguada masa gris en el lóbulo frontal del cerebro que lo adjetiva como un ser «anormal». No olvidemos que también está afectado del síndrome de Procusto. Es un infernal envidioso. En cuanto cree tener en sus manos las debilidades ajenas, entonces se enfoca en manipular o en destruir a esa persona, utilizando todo el arsenal psicopático y todo el cóctel de siniestros y diversos síndromes con los que se auxilia para arremeter arteramente con su personalidad depredadora. Un enésimo número de funcionarios describen como este militar que nunca será General, se afinca en destruirles sus reputaciones , gestiones y otras actividades , solo por saciarse en entorpecer los avances de los demás , porque es pernicioso interponiéndose en los asuntos privados de otras personas para burlarse secretamente de haber impedido que fulano o zutano pudiera conseguir por ejemplo gestionar algún documento en algún registro, porque telefonea y gira instrucciones para que lo obstaculicen ; o no pudiera darle de comer a sus hijos, porque lo humilla reteniéndole la comida hasta ver al padre genuflexo ante él o ante sus monos voladores ; o que les quitó el trabajo en un afán diabólico de generar sufrimiento a sus víctimas, para que los afectados procedan como el conocido caso de la gallina del dictador italiano Stalin ; o que asesinó al hijo discapacitado de un funcionario; o que trató de seducir a un trabajador con una jovencita para luego ensuciarle y pisotearle la reputación forjando argumentos para exponerlo al escarnio; o que los difamó e hizo que otras personas les quitaran el apoyo o el respeto debido como seres humanos. Que humilla a mujeres empleadas y les grita y las ofende escudándose cobardemente en su precario momento de poder y sus víctimas quedan paralizadas con respuesta de inmovilidad tónica. Que se sacia maléficamente en su posición circunstancial para despreciar y depreciar a los demás, devaluándolos y minimizándolos , atacándoles su autoestima, en tanto él se vanagloria de su fortuito cargo y lo peor es que consigue gente sin criterio que se deja manipular para que este maldito Coronel logre sus fechorías. Estos ayudantes maléficos del psicópata son gente en pleno conocimiento de que están haciendo maldad y otros son tontos útiles, títeres y marionetas en su juego infernal. Parafraseando a Gabriela Mistral, en esas personas víctimas y presas de este Coronel psicópata, en ellas puedes ver a Cristo crucificado.
¿Pero qué es lo que quiere el negro? ¿Por qué se empeña en destruir y desprestigiar a las personas? Porque es un ser lleno de sadismo y maldad; y cuando estas personas son un obstáculo en sus planes de depredación a otras personas o a las instituciones, o simplemente por divertirse y saciar su psicopatía. En los psicópatas como en este Coronel, destruir a otros es un hobby, un pasatiempo. Así se entretiene, causando daños al prójimo, cuando envidia al prójimo o cuando cree que el prójimo lo envidia a él. O simplemente no tiene que mediar ninguna razón, basta el antojo o capricho narcisista del Coronel.
Este depredador social, es cruel con los animales aun cuando ha aprendido a disimularlo, no tiene remordimientos, es insolente, se cree el centro del mundo, es vengativo, es mitómano y en su maquiavelismo es un envidioso delincuente, no se conforma con poco, sino que pone en marcha planes insaciables de corrupción y depredación a las instituciones en su condición de Jefe. Por otra parte no le parece justo que otros tengan riquezas o que los caudales se muevan a su alrededor pudiendo él robar, extorsionar, hurtar, falsificar, adulterar; en fin cometer todo tipo de delitos para que esa fortuna que otros ven etérea y que él focaliza criminalmente, se quede en sus bolsillos. Como he dicho, el Coronel psicópata tiene enfoque para delinquir y esto no es una requiebro, sino la corroboración de su mente criminal. ¿Qué pensarían sus padres?, retorciéndose en sus tumbas, al constatar que su hijo es un prototipo de invirtudes, de porquerías conductuales, que es un ladrón y un delincuente, que los mancilla y que ofende el uniforme que debería honrar. ¿O acaso la consanguinidad de los padres produjo este monstruo, un incestuoso engendro, esta lacra hijo de primos hermanos? De casta le viene al galgo.
Con la distancia del caso, si habláramos en lenguaje informático, se trataría de un troyano o software malicioso que se hace pasar por algo inofensivo y que brinda al atacante acceso a un equipo infectado para realizar otras acciones maliciosas, generalmente ilegales. Como por ejemplo el *Ursnif que *es el troyano estrella del confinamiento. Se dirige específicamente a los PCs y es capaz de robar información financiera esencial, credenciales de correo electrónico y otros datos sensibles. Así se maneja este delincuente verde que nunca llegará a General, de bajo perfil y con la ayuda de sus tenientes voladores o monos voladores genera planes y ejecuta acciones ilícitas con apariencia de legalidad. Verbigracia el forjamiento de documentos que salen fraudulentos con todos los requisitos legales y procedimentales, con visos de legitimidad, pero sus detentadores no han cumplido los requisitos para obtenerlos que no sea el pago ilícito en divisas y la obtención en el mercado negro de tan cruciales referentes. Para su otorgamiento se saltan todas las verjas de la legalidad y su autenticidad es de poca credibilidad, toda vez que en sociedad se revela que sus titulares están vacíos de aquello que deberían ostentar, no obstante estar avalados por una institución ad hoc. Aun cuando no es el caso, es la venta ilícita de documentos como una prueba negativa forjada y por tanto falsificada del HIV. Y su portador contamina a gente inocente. En este caso con esos documentos se burlan de la sociedad que se fía que son auténticos y no lo son. Y sus detentadores contaminan a la sociedad.
Este Coronel se hace pasar por alguien inofensivo y es altamente malicioso, peligroso, no practica ni la moral, ni las buenas costumbres, ni respeta leyes; es una ruindad de persona en ofensa a sus padres, a la sociedad y a la fuerza a la que pertenece; sus conductas son evidentemente desadaptativas y sus sesgos de confirmación son criminales. Este coronel psicópata es un ciudadano enmascarado, es un camaleónico rufián.
En su maquiavelismo es capaz de toda porquería, solo imagínese algo macabro, dubitativo de hacer por obsceno y por corrupto, por sucio y transgresor de la moral y de la decencia. O que usted piense en un delito u otra despreciable actividad ofensiva y lesiva al honor, a la moral a lo bueno y a lo decoroso y que por su fealdad y repulsión, por lo horroroso y rechazable, no puede ni siquiera imaginarse que este hombre sea capaz de hacerlo fingiendo ser un imbécil. Pues sí, si es capaz de hacer eso y de mucho más. Siempre comete delitos y maldad enconchado y de bajo perfil. En fin, este Coronel psicópata no duda en manipular, mentir y saltarse cualquier principio ético, moral o legal para conseguir sus objetivos por retorcidos que sean.
Quiere hacerse pasar por un «macho alfa”, pero disfruta del comadreo, de la murmuración, del chisme, de la calumnia, de la infamia, de la comidilla, de la habladuría, de la patraña, para destruir a sus víctimas. Por narciso es » una vaquita de San Antonio» , pero no por buena vibra porque contariamente él es maldad y no es de buena imagen relacionarse con este felón . No arriesgues tu salud mental ni tu alma al quererte codear con este Coronel psicópata inmundo, que te hará su cómplice y serás un delincuente mono volador para satisfacer sus fechorías y criminalidades. No te arrastres, valórate, ten autoestima.
Es importante elegir a las personas que queremos que nos acompañen en el día a día. Su calidad humana, su nivel de consciencia, sus valores y virtudes, tienen un beneficioso impacto en nuestras vidas.
«Hay que ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los lobos».
Nicolás Maquiavelo.
Crisanto Gregorio León