En su más reciente informe, FundaRedes señala que la emergencia humanitaria compleja que padece Venezuela ha llevado a más de 6 millones de personas a buscar oportunidades de sobrevivencia, y en ese intento son captados por grupos irregulares que operan en la frontera colombo-venezolana.
Según la ONG, estos grupos captan a los ciudadanos y se aprovechan de su situación para llevarlos hacia sus «actividades ilícitas».
«Generalmente mujeres y hombres jóvenes son cooptados a sumarse a las filas de organizaciones armadas como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC, el Frente Bolivariano de Liberación e incluso el Tren de Aragua», denuncia FundaRedes.
Alerta que «más recientemente, ante la mayor presencia de mujeres cruzando la frontera junto a sus hijos y familias, ha surgido una nueva presencia irregular que representa grandes riesgos como lo son los coyotes, personas que ofrecen ayuda a los migrantes ilegales, que originalmente se establecieron entre México y Estados Unidos».
«Una versión de esta figura ha surgido en las fronteras venezolanas de Táchira y Apure con Colombia ofreciendo llevar a los migrantes hasta su país de destino», añade.
El corredor fronterizo Apure-Arauca, pese a que durante 2021 y 2022 ha sido escenario de fuertes enfrentamientos entre varios frentes de las guerrillas ELN, disidencias de las FARC y el Ejército venezolano, es una de las principales rutas migratorias desde Venezuela hacia el sur del continente y también una de las más peligrosas, apunta FundaRedes.
«A los conflictos armados se suma el hecho de que es utilizada por estas organizaciones para captar personas que terminan en manos de redes de trata, explotación y esclavitud», acota.
Explica la Organización No Gubernamental que «la desesperación de las familias por escapar de la profunda crisis venezolana ha incentivado la proliferación de organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas, el tráfico de niños, la explotación sexual, la esclavitud moderna y la explotación laboral, actividades en las que se involucran no sólo criminales reconocidos, sino otras personas que han encontrado en la migración irregular de venezolanos un negocio».
«Se calcula que a finales de 2022 habrá 8,9 millones de refugiados y migrantes venezolanos aproximadamente en 17 países de América Latina y el Caribe, un aumento importante comparado con el año anterior, según previsiones del Plan de Respuesta 2022 de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela», agrega.
Por último, puntualiza FundaRedes que ACNUR «ha advertido sobre un aumento del 8.000% en el número de venezolanos y venezolanas que solicitaron la condición de refugiado en todo el mundo desde 2014, principalmente en las Américas».
“La mayoría de los refugiados y migrantes de Venezuela que llegan a los países vecinos son familias con hijos, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad, a menudo obligados a tomar rutas irregulares para alcanzar su objetivo y durante el trayecto pueden ser víctimas de traficantes, tratantes y grupos armados irregulares», concluye.