Los países democráticos están unidos para detener la invasión rusa, afirmó el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
En su mensaje de cada noche a la nación, el mandatario dijo que “la agresión rusa no pretendía limitarse sólo a Ucrania”, y que “todo el proyecto europeo es un objetivo para Rusia”.
“Por eso, apoyar el deseo ucraniano de paz no es sólo el deber moral de todas las democracias, todas las fuerzas de Europa”, dijo. “Es, de hecho, una estrategia de defensa para cualquier estado civilizado”.
Mientras tanto, los civiles continúan huyendo de zonas orientales del país ante las previsiones de una nueva ofensiva.
Varios mandatarios europeos se han esforzado por mostrar solidaridad con la nación.
Zelenski dio las gracias a los mandatarios de Gran Bretaña y Austria por sus visitas del sábado la capital de Ucrania, y las promesas de más apoyo.
También dio las gracias a la presidenta de la Comisión Europea y al primer ministro de Canadá por un acto de recaudación de fondos que reunió más de 10.000 millones de euros (11.000 millones de dólares) para los ucranianos que han huido de sus hogares.
Zelenski reiteró su petición de que se imponga un embargo total sobre el gas y el petróleo ruso, que describió como las fuentes de la “impunidad y la confianza de Rusia en sí misma”.
“La libertad no tiene tiempo de esperar”, dijo Zelenskyy. “Cuando la tiranía comienza su agresión contra todo lo que mantiene la paz en Europa, deben tomarse acciones de inmediato”.
Más de seis semanas después de que comenzara la invasión, Rusia ha retirado sus tropas de la zona norte del país, en torno a Kiev, y se ha centrado en la región de Donbás, en el este.
Nuevas imágenes satelitales de Maxar tomadas el viernes mostraban un convoy de vehículos militares de 13 kilómetros (8 millas) de largo que pasaba por la población de Velykyi Burluk en dirección al sur del Donbás.
Analistas militares occidentales identifican un arco de territorio en el este de Ucrania bajo control ruso, desde Járkiv -la segunda ciudad más grande del país-, en el norte, a Jersón, en el sur.
Sin embargo, los contraataques amenazan el control ruso sobre Jersón, según las estimaciones occidentales, y las fuerzas ucranianas repelen los ataques rusos en otras partes del Donbás, una región industrial de mayoría rusófona.
Los civiles evacuaban el este de Ucrania tras un ataque de misiles el viernes que mató a 52 personas e hirió a más de 100 en una estación de tren donde miles de personas se preparaban para huir.
Las autoridades ucranianas han pedido a los civiles que salgan antes de una ofensiva inminente y redoblada de las fuerzas rusas en el este. El sábado no salieron trenes de Kramatorsk, y vecinos en pánico subieron a autobuses o buscaron otras formas de marcharse ante el temor a ataques constantes y ocupaciones de fuerzas rusas que llevaron desabastecimiento de comida, edificios en ruinas y muerte a otras ciudades.