Las múltiples penurias a las que se enfrentan a diario los merideños, producto del colapso de los servicios públicos, denuncio este jueves la diputada a la Asamblea Nacional, Mildred Carrero, asegurando que la situación es verdaderamente insoportable.
«Mérida, un estado del interior del país, lejos de la burbuja de la Capital, aislado por parte del régimen, somos tratados como esclavos modernos, mendigos de los servicios públicos, humillados para surtir combustible haciendo largas colas«, precisó.
Señala que para comprar el gas, los habitantes de la región andina son «humillados por los consejos comunales y funcionarios de las alcaldías quienes son los administradores de tan preciado producto».
En relación al servicio eléctrico, Carrero aseguró que se mantienen «rodilla en tierra» , pero «orando para que se cumpla oportunamente dicho servicio, lo que casi nunca ocurre».
«Son muchas las familias que se levantan de madrugada para llegar a tiempo a sus trabajos, sin gas para hacer o calentar sus alimentos por lo que están obligados a cocinar con leña con el subsecuente daño a la salud y al ecosistema, sin luz puesto que Corpoelec ‘cortoelec’ la corta cuando le da la gana», aseguró.
Este drama shakespeareano es peor, mucho peor, para quienes viven en las zonas rurales del estado Mérida. Las principales víctimas de esta tragedia son los niños y los ancianos que no tienen agua caliente, ni luz para bajar y subir en los ascensores.
«Nuestros estudiantes son víctimas especiales, debido a que siendo el futuro y el presente de la “patria”, no tienen los medios adecuados, como cualquier país medianamente exitoso, para cumplir con sus quehaceres diarios y formarse como debe ser».
Mención especial – agregó la parlamentaria- debe hacerse acerca de los trabajadores en todas las áreas, especialmente los públicos que hoy forman una legión de esclavos al servicio del Estado opresor y explotador de los más débiles, sacrificadas personas que mantienen con su sacrificio funcionando el aparato del Estado.
Recordó que recientemente el dictador se llenó la boca mandando a las mujeres a parir cual si fueran conejas, sin proveerles asistencia médico obstétrica, para que lleguen a un feliz término sus embarazos, porque los centros médicos no cuentan con los medicamentos e insumos necesarios para atender a las parturientas.
«Nosotros los merideños nos negamos a vivir de rodilla en tierra, somos y seguiremos siendo un pueblo irreverente por ellos saldremos este martes 22/03 a las calles a exigir el acatamiento a nuestros derechos humanos, el suministro de un servicio eléctrico de calidad, y general de servicios públicos de calidad que sirvan para mejorar nuestra calidad de vida, no para constituir herramientas de tortura y dominación por parte de las hordas rojas que sirven a la dictadura», ratificó la legisladora.
