Tan pronto se da a conocer, en redes sociales, el comunicado de la ZODI Bolívar sobre las placas a las que le corresponderá el despacho de combustible, inmediatamente los conductores comienzan a formar sus colas en cada una de las estaciones de servicio, subsidiada o dolarizada.
En Bolívar, como en otros estados fronterizos, ni el Plan Mano de hierro significó una mejora, todo lo contrario. No solo continuaron las colas, sino que empeoraron.
Al menos en las estaciones dolarizadas, desde noviembre dejaron de verse pernoctas de vehículos. Pero desde hace unas semanas, conductores reportaron que mucho antes del mediodía cerraban las estaciones dejando a ciento de carros sin despacho.
“Maduro llama al regreso a clases presenciales y en Bolívar no hay gasolina para llevar a los chamos todos los días a la escuela. Prácticamente surtimos una vez al mes”, dijo Moisés Duarte, quien desde la tarde de este martes hacía cola en una de las estaciones de servicio en Puerto Ordaz para surtir gasolina el miércoles.
Este mismo conductor comentó que hace una semana fue a su hermano a quien le correspondía el despacho y no logró echar gasolina.
“Estuvo como cinco horas en cola, llegó a las 7:00 de la mañana. Los guardias marcaron el último carro con un cono y él estaba como 30 carros más atrás. Tuvo que comprar gasolina porque estaba en échale”, agregó.
El caos con el combustible sólo estimula las mafias. En redes sociales y grupos de WhatsApp volvieron igualmente las denuncias de presuntos sobornos a militares para acceder a la estación sin hacer cola. Por otra parte, en el mercado negro venden la gasolina entre 1.3 y 2 dólares el litro.
A través de Twitter y estados de WhatsApp, los ciudadanos se han manifestado con una especie de protesta virtual en la que reclaman la normalización del servicio. En otros estados vecinos como Anzoátegui y Monagas, por ejemplo, no presentan este problema.
Cabe destacar que las pocas veces que se ha visto un despacho más o menos regular en los últimos dos años fue en plena flexibilización extendida que aplicó Maduro para época decembrina. Culminada la temporada, retorna el caos.
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