En 1998 contábamos con 13.000 grandes empresas, para esta fecha, han cerrado sus puertas las 2/3 partes y, las que subsisten, trabajan a un porcentaje entre 20% y 23% de su capacidad instalada, asegura el economista y experto petrolero, José Toro Hardy.
A través de su cuenta oficial en Twitter, recuerda que la mayor parte de las empresas básicas de Guayana, no operan. Sin embargo, aún así hay crisis de electricidad.
Estima el especialista que pensar en una reactivación de la economía, a punta de estimular el consumo de bienes importados, sin inversión y sin electricidad es poco menos que imposible.
Advierte que el ilusorio taima inflacionario llega a su fin, luego que el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), anunciara que en el mes de marzo la inflación se disparó a 10,5% después de cerrar en 1,7% en el mes de febrero.
Estima que el IGTF y la prórroga del decreto de importaciones libre de impuesto, afectará al comercio y la industria.
Asimismo alertó, que la imposibilidad del BCV de seguir quemando dólares para mantenerlo bajo el tipo de cambio, hace vaticinar su repunte y el de la inflación. Advirtiendo que el “el Nobel no va”.
Por otra parte, recordó que entre 1920 y 1980, Venezuela fue la economía de mayor crecimiento en el mundo; sin embargo, desde la segunda mitad de la década de los 70 comenzó el deterioro debido al crecimiento del Estado, la deuda externa y la corrupción, todo lo cual condujo al crecimiento de la pobreza.
Asegura haber conocido en el país a un empresariado pujante y creativo. Hombres como Eugenio Mendoza que constantemente promocionaban nuevas empresas, creaban miles de empleos y generaban desarrollo. Hoy quedan pocos como él y, los que quedan, son tremendamente meritorios.
Advierte que tres fenómenos han ocurrido en Venezuela: la depauperación de la clase baja, la desaparición de la clase media y el remplazo de una clase alta en general trabajadora y creativa por una oligarquía corrupta y depredadora.