Son el conjunto de ideas, principios, creencias, religiosas, éticas o políticas en las que cree una persona y vive por ellas. De acuerdo al interés que se tenga, las convicciones serán intocables para quien las profesa y pueden sentirse inmune a que se le critique. Pero hay que estar claro, las interrelaciones sociales se rigen por normas y las convicciones deben estar regidas por la norma que favorece la vida, la paz, el amor y la obediencia a las recomendaciones que nuestro Creador presenta en el Libro Sagrado. La Santa Biblia. En nuestra opinión, las convicciones deben ir en paralelo a lo que Dios enseña en su Palabra- Pero, hay quienes usando la lógica propia, quieren justificar convicciones que incitan a la violencia, la muerte. Arman filosofías, ideologías, viven de tradiciones y de un relativismo cultural que aleja al ser humano de los principios divinos.
Por la WEB nos enteramos acerca de un ataque terrorista suicida perpetrado por un comando islámico hace años. El atacante quedó vivo después del acto y pasó mucho tiempo en terapia intensiva, haciendo los médicos, esfuerzos extraordinarios para salvarle la vida. El interés era interrogarlo cuando despertara. Cuando esto sucedió, la sorpresa fue mayúscula, dice la noticia que lo primero que dijo fue ¿Donde está Alá?. ¿Cómo les parece?. Observamos que hay convicciones que llevan a las personas a creer en algo que no tiene sustento lógico. Se basan en libros, filosofías, tradiciones y tratados escritos por hombres a quienes divinizan. Desarrollan convicciones que llevan a la violencia y apartan al ser humano del camino de la Salvación. Este asunto en particular nos hace pensar que hay personas realmente convencidas que una vez muertos suben al cielo a encontrarse con su dios y así, ejecutan las acciones más terribles.
Al hablar de convicciones es imposible pasar desapercibido hechos históricos que quedaron escritos. Y que fueron inspirados por Dios mismo en La Sagrada Biblia. Es imposible no hablar de Saulo de Tarso. Él mismo se llamó “perseguidor de los cristianos”. Fue comisionado por las altas autoridades de la iglesia de entonces para matar y extinguir la secta del los seguidores de Jesús. Verdaderos cristianos. Pero camino a Damasco, con una compañía de seguidores, con sendas cartas de autorización para el exterminio propuesto, se encontró con Jesús, quien ya había resucitado y subido al cielo, que le dijo: “. Suficiente para reaccionar y darle a sus convicciones una vuelta completa. Abrió su corazón a Dios. “Y dijo: Quién eres Señor? *Y le dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues:” *vers.5. Entonces Saulo que luego sería Pablo preguntó* “ ¿ qué quieres que yo haga?.* Pues el nuevo hombre no lo pensó dos veces para asumir convicciones verdaderamente valiosas, que lo llevaron a convertirse en el apóstol de los gentiles. Su poderoso ministerio de trece cartas (epístolas) escritas por Pablo y redactadas en el siglo I, escritos representativas del llamado cristianismo paulino, del cristianismo primitivo que terminaron por integrar el canon bíblico han ganado y siguen ganando millones de personas en la historia de la humanidad para bien y sobre todo para la Salvación, cuando el Señor Jesucristo regrese por Segunda vez a esta Tierra como lo ha prometido en su Santa Palabra.
¡Hasta la semana que viene Dios mediante por la WEB!
William Amaro Gutiérrez