Este domingo 3 de abril, el secretario general de la ONU, António Guterres, exigió una investigación independiente sobre la presunta masacre de civiles por parte de las tropas rusas en Bucha, Ucrania.
A través de su portavoz, Guterres aseguró estar «profundamente impactado” por las imágenes de los civiles asesinados al noroeste de Kiev, gráficas que han consternado al mundo.
“Es esencial que una investigación independiente lleve a una rendición de cuentas efectiva”, agregó el funcionario, que al momento no calificó los hechos como un crimen de guerra.
Los residentes de Bucha denunciaron que los invasores rusos mataban a tiros a civiles sin razón alguna, por lo que sus calles estaban regadas de cadáveres tras la retirada de las fuerzas rusas.
En un centro logístico, que según los habitantes fue usado como cuartel por las fuerzas rusas, se veía los cuerpos sin vida de ocho hombres, algunos con las manos atadas a su espalda.
Según los residentes, los soldados rusos iban de edificio en edificio, sacaban a la gente, revisaban sus teléfonos buscando indicios de mensajes anti rusos y los mataban o se los llevaban.
El Ministerio de Defensa de Rusia rechazó las acusaciones.
“Ni un solo civil fue víctima de acción violenta alguna por las fuerzas rusas” en Bucha, aseveró el ministerio.