Recibir educación escolar es fundamental en todos los seres humanos, a fin de que cada día se formen más profesionales que contribuyan con el desarrollo de la sociedad.
Muchas personas han crecido con este concepto y por eso no han dudado en cumplir con todo el proceso tradicional de aprendizaje, el cual se divide en básico, bachillerato y educación universitaria.
Ahora, si bien es cierto que esto es muy importante, en el caso de los muchachos en edades comprendidas entre los 6 y 16 años -principalmente- es muy positivo que también practiquen actividades recreativas, tales como deportes, danza, teatro o música entre otras cosas.
No se puede negar que algunos padres y representantes sólo lo ven como un método de distracción para sus pequeños. No obstante, hay quienes consideran que practicar béisbol o fútbol, o simplemente aprender a tocar un instrumento contribuye en la formación integral de cada persona.
Sacrificio
En cada una de estas actividades deportivas es necesario el apoyo de los padres, ya que es fundamental para el desarrollo del atleta. Así lo afirmó el señor Pedro Rengel, quien por años practicó béisbol y en más de una oportunidad ha ayudado a su hermano Luis en la formación de niños. «Para que el muchacho haga deporte, hay padres que se sacrifican mucho, dejan de trabajar algún turno en la tarde o de hacer actividades personales por estar con él en la práctica. Y llega a ser tal la emoción del juego y el querer colaborar con el equipo que los mismos padres han hecho tómbolas y de todo para que los muchachos jueguen», resaltó.
Dificultades
¿Es fácil practicar alguna actividad recreativa o cultural en la actualidad? Esta es una pregunta que pudiera tener múltiples respuestas y más si se toma en cuenta que los costos de estos servicios de formación se encuentran fijados en dólares, como la mayoría de las cosas en Venezuela.
En lo que respecta a la zona norte del estado Anzoátegui, las escuelas de béisbol menor (deporte más practicado en Venezuela) exigen mensualidades valoradas entre 5 y 30 dólares, dependiendo de la organización y los beneficios que ofrezca.
Las academias de fútbol cobran entre $5 y $20 la mayoría, mientras que las de baloncesto oscilan entre 5 y 10 dólares por cada mes de formación.
Pese a estas tarifas que no son accesibles para todos los anzoatiguenses, el profesor de béisbol Luis Rengel afirma que siempre se ha mantenido una alta asistencia de atletas en las escuelas de esta disciplina.
«Siempre hay bastantes niños inscritos porque el béisbol es la pasión del venezolano», acotó.
«En la tienda de música, donde trabajaba yo, propuse que cobráramos 3 dólares la hora por las clases de instrumentos. Esto nos permitió atraer alumnos. Se gana un poco menos, pero le das el chance a la gente que tenga la oportunidad de estudiar».
Otras opciones
También existen padres que en lugar de una actividad deportiva, creen que la mejor forma de distraer y ocupar a sus hijos es a través de la música o la danza.
Tras consultar a representantes que tienen a sus niños inscritos en academias de baile que funcionan en Barcelona y Puerto La Cruz, se pudo corroborar que el precio para ver clases mensuales oscila entre 10 y 20 dólares.
«En los gimnasios verticales cobran 5 dólares cada mes, pero la mayoría de escuelas más reconocidas piden mínimo 10 dólares», comentó el ama de casa Nairosis De Longart.
En el caso de las academias de música, el precio es aún más elevado que otras actividades, ya que aquí el cobro es principalmente por hora de clases.
Según lo comentado por profesores consultados, el precio estándar de la hora de clase en la actualidad es de $5.
«Sin embargo, hay escuelas que pueden llegar a cobrar hasta 10 dólares la hora. Ahora si son clases personalizadas también la mayoría de los profesores cobra 5 dólares la hora. Lo que puede aumentar esta tarifa es el lugar, ya que si el profesor tiene que trasladarse a un sector muy lejano a su residencia entonces cobra más», manifestó Wilfredo López, quien tiene más de 15 años impartiendo conocimientos básicos sobre instrumentos como la batería, el piano y la guitarra, entre otros.
«En principio todos los padres inscriben a sus niños en las escuelas de béisbol como una forma de distracción, pero a medida que pasa el tiempo y ven que va mostrando talento como para jugar profesional, entonces toman esto con mayor seriedad y buscan darle mayor apoyo y los inscriben en academias de formación profesional«.
El joven músico añadió que en los últimos años ha mermado la cantidad de personas que quieren recibir clases de algún instrumento o de canto.
«Si lo comparamos con el año 2015, por ejemplo, ha bajado mucho la cantidad de alumnos y con la pandemia (de COVID-19) todo empeoró. Lo que pasa también es que la gente procura tener todo preciso para comprar comida, entonces estas actividades recreativas, y sobre todo la música que no la ven como una profesión sino como un hobby, deja de ser algo prioritario para ellos, por eso ha habido un descenso», explicó.
La gimnasia y el modelaje son otras de las actividades complementarias que buscan los padres para que sus hijos se distraigan.
En el caso del modelaje, representantes consultados afirmaron que las «buenas academias» cobran entre 20 y 30 dólares.
«Además se debe invertir en vestuarios y cualquier otro recurso que se necesite para que la niña realice sus presentaciones», apuntó la señora Julia Carrasquel, quien tiene a su niña de ocho años en una reconocida academia de modelaje de la zona norte de la entidad.
En pocas palabras, una persona que desee inscribir a su hijo en alguna de estas actividades complementarias no sólo debe invertir tiempo, sino también fijar un presupuesto exclusivo para ello, el cual va desde 5 a 30 dólares, dependiendo de lo que practique el niño.
Si estos montos son llevados a la moneda oficial del país, el desembolso oscilaría entre 21,5 y 129 bolívares mensuales. En caso de que sean dos el gasto se duplicaría.
«Uno analiza los precios mensuales, más lo que se debe gastar en uniformes, pago de arbitraje o cualquier otras cosa que se necesite para los niños, y realmente nos damos cuenta de que es bastante dinero, pero yo creo que los padres hacemos el sacrificio con tal de verlos felices. En mi casa sólo el menor de mis hijos practica un deporte, específicamente fútbol, y aquí sus hermanos mayores y su papá hacen el esfuerzo para reunir y pagar la mensualidad de su escuela de fútbol que en estos momentos está en 20 dólares», contó el ama de casa Geraldine Brito, residente de Puerto La Cruz.
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