Al referirse al proceso írrito que adelanta el régimen para el nombramiento de nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, Tamara Adrián, diputada de la legítima Asamblea Nacional por Voluntad Popular, aseguró que se están poniendo “la soga al cuello”.
“Tanto el informe de Michelle Bachelet, como los requerimientos que ha hecho el fiscal de la Corte Penal Internacional, tienen en común que en Venezuela se establezca un sistema de justicia independiente”, dijo durante la sesión de la Comisión Delegada.
En ese sentido, explicó que la nula AN quiere reducir el número de integrantes de las distintas salas del TSJ. “La Sala Constitucional, pasarla de nueve a cinco magistrados, y el resto de las salas dejarlas con tres”, dijo al agregar que el Poder Judicial estaba paralizado porque “muchos de sus magistrados habían emigrado, tanto principales como suplentes”, haciendo que fuese imposible el reunir el quórum de las distintas salas.
“La idea era perpetuarse en esas salas los actuales integrantes y hacer quórum, pero después de editada la ley se dieron cuenta que esto no era posible. Los actuales magistrados no pueden participar en este proceso porque excederían el límite de los ocho años que establece la Constitución”, detalló la diputada por la tolda naranja.
Sostuvo que el régimen está “enredado” y por eso postergó el nombramiento de los magistrados. “Podría venir alguna decisión que diga que la Constitución no dice lo que dice. La intención de tratar de aparentar que la justicia venezolana cambia y deja de ser sumisa a los dictámenes de Miraflores, se está cayendo por su propio peso”.