La Ley de Impuestos a las Grandes Transacciones, que fue aprobada el 3 de febrero de este año y cuya entrada en vigencia está prevista para el próximo 27 de los corrientes, ha generado preocupación porque no sólo golpeará económicamente a empresarios, sino a la población en general.
Al opinar en torno al nuevo instrumento que, según los legisladores y el propio gobierno tiene como objetivo hacer más barato el bolívar respecto al dólar estadounidense, el licenciado Pablo José Chirino, presidente de Fedecámaras-Lara, dijo que son muy altas las alícuotas que se van a cobrar son tan altas que pueden afectar la estructura de costo de los productos.
La Constitución, que obliga a los diputados a consultar a la ciudadanía cuando se elabora una ley, Fedecámaras hizo una serie de observaciones destinadas a corregir el proyecto legislativo, pero, manifestó Chirino, “pareciera que no las tomaron en cuenta.”
Tenemos el temor de que las alícuotas puedan incidir en la estructura de costo de los productos que, al fin y al cabo, serán adquiridos por los consumidores.
En la opinión del sector privado, el impuesto debiera ser igual a la que está vigente con respecto al bolívar digital en términos de porcentaje. Por ahora el impuesto es del 3 por ciento.
A última hora, manifestó, Fedecámaras ha presentado diferentes escenarios de que no es conveniente la aplicación de esa ley en este momento.
Nosotros consideramos y propusimos que el impuesto se estableciera en el uno por ciento, a fin de que tenga un impacto mínimo en las transacciones para evitar, como ya he mencionado, que tuviera consecuencias en la estructura del costo de los productos.
Lo más indicado es que cuando se trate de aplicar impuestos se hagan consultas a la ciudadanía, para lograr un consenso y así la población no se vea perjudicada económicamente, sobre todo tomando en consideración la situación que estamos viviendo en los momentos.
Estima Chirinos que el impuesto que será aplicado y el cual según la ley puede llegar hasta el 20% cuando así lo estime el Ejecutivo Nacional, desde ya aleja las posibles inversiones no sólo del extranjero sino también de empresarios nacionales.
En ningún instante estamos rechazando el cobro de impuestos, sino el valor asignado por considerarlo muy alto, aclaró el dirigente empresarial.
Si se trata, como ha dicho el gobierno, de estabilizar el dólar y de incentivar en términos tributarios el bolívar, haciéndolo más barato que la moneda estadounidense, parece una idea errada porque el impuesto no es la vía más conveniente para ese objetivo.
Al ser interrogado acerca de las expectativas existentes en el sector privado, Chirinos manifestó que se espera que haya una prórroga de la entrada en vigencia de la ley, porque aunque se ha anunciado para la próxima semana, es posible que el Ejecutivo Nacional esté considerando la gran cantidad de observaciones que se han venido haciendo, precisamente cuando existe interés en mejorar las condiciones económicas de Venezuela.