Las fallas en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), se han intensificado desde que comenzó el mes de febrero, hasta el punto de que hoy siete estados del país están sufriendo nuevamente de cortes programados de energía, muchos de los cuales se han extendido hasta por 17 horas diarias, aseguró la dirigente política, Griselda Reyes.
En efecto, a través de su espacio semanal Blanco, Negro y Gris, precisó que esta situación, traducida además en apagones, bajones y cortes por todo el territorio nacional, está afectando por igual la calidad de vida de los venezolanos.
Reyes abordó el tema del servicio eléctrico en Venezuela y las posibles soluciones a esta situación que afecta a los venezolanos desde hace 14 años aproximadamente, como el aspecto central de su espacio..
En conversación con el ingeniero Manuel Guevara Baro, este expuso las causas que han derivado en el colapso del SEN, cuyo punto crítico se registró el 7 de marzo de 2019 con el mega apagón nacional que afectó a 21 de las 23 entidades federales y el Distrito Capital.
Reyes comentó que las fallas en el servicio eléctrico afectan a todos por igual; desde el paciente que requiere de aparatos de soporte para garantizar su vida hasta la madre que necesita su nevera para conservar sus alimentos. Y lamentó que los denominados cortes programados se hagan sin ningún tipo de control, incumpliendo el cronograma impuesto por Corpoelec. “Ningún estado o región podrá desarrollarse con las constantes fallas eléctricas”.
El SEN está herido de muerte
Guevara Baro señaló que el SEN está herido de muerte por la migración del personal calificado, la inoperatividad de las plantas termoeléctricas y el deterioro del sistema eléctrico en general. Todo ello incide en otros ámbitos como el suministro y bombeo de agua potable, la señal de internet y comunicaciones, la alimentación, el servicio de salud, entre otros.
En este sentido el experto en la materia lamentó la “pérdida de talento humano”: “Es la generación de 30 a 50 años que emigró o dejó de trabajar por los bajos salarios y condiciones laborales precarias. Sin embargo, todavía es posible, con cooperación internacional, recuperar ese personal que se ha ido”.
A su parecer, uno de los aspectos donde hay que hacer grandes esfuerzos es en la formación de trabajadores. “Hay que hacer esfuerzo educativo en todos los campos y recuperar la educación técnica”.
La burbuja de Caracas
Sobre la distribución de la carga eléctrica, señaló que “Caracas es privilegiada en términos relativos, cuando se compara con la situación de los estados andinos, Falcón y Zulia. Caracas está muy protegida hasta cierto punto”. No obstante, alertó que el sistema eléctrico “no es capaz de satisfacer la demanda que tímidamente comienza a subir en algunas zonas”, especialmente si tomamos en cuenta que estamos en una temporada de verano.
El grueso de la falla está en el occidente del país. A estados como Zulia, Mérida, Táchira, Lara, Trujillo, Portuguesa, Barinas, Apure, les aplican Planes de Administración de Carga (PAC), que no es más que razonamiento, o la “la incapacidad de atender la demanda eléctrica del país”.
Sin embargo, en otras entidades como Falcón, Aragua, Carabobo, Miranda, Cojedes, Yaracuy, Sucre, Anzoátegui, Bolívar, Delta Amacuro, Nueva Esparta y Distrito Capital, la suspensión del servicio ocurre por supuestos trabajos de mantenimiento del SEN que incluyen pica, poda y tala y revisión y sustitución de equipos.
Plantas termoeléctricas inoperativas
Asimismo, Guevara Baro expuso el estado de las plantas termoeléctricas en Venezuela. “La realidad es que a lo largo de estos 14 años de crisis, las plantas termoeléctricas en gran parte del país están inoperativas. En la práctica dependemos en un 80% de la energía que viene del sur (Guri)», advirtió el ingeniero.
Considera que lo más lamentable es el hecho de que toda la estructura del SEN, tras el mega apagón de 2019, “viene sufriendo señales de deterioro». No se ha invertido porque no hay personal ni recursos”, dijo. Y no dudó en señalar que “fue un error estatizar todo el sector eléctrico. Teníamos 14 empresas, unas privadas y otras públicas”.
Para salvar esta gran dificultad, el Estado venezolano debería invertir en los próximos tres o cuatro años unos 15 mil millones de dólares en el sistema eléctrico. Con esto se mejora la capacidad local y no dependeremos del Guri”.
El especialista dio cuenta de la abundancia de recursos naturales que tiene Venezuela para solventar el tema del suministro y generación eléctrica. “Sin embargo, todo esto requiere un enfoque, y el país no tiene capacidad de asumir la recuperación del sistema eléctrico por sí solo. Hay que llegar a acuerdos de cooperación con otros países que puedan invertir en recursos y tecnologías”, precisó.