No debemos dejar de aprender nunca, aunque no estemos muy conscientes de ello, a pesar de que nos parezca que somos muy pobres en nuestra preparación y quizás precisamente por ello, siempre se debe estudiar y aprender. Debemos aprender para servir mejor, para hacer progresar nuestro entorno y la sociedad donde vivimos. Se debe aprender a leer desde la más pequeña edad, se debe aprender a sumar o a restar, multiplicar o dividir, hasta llegar al dominio de las grandes dimensiones de las ciencias exactas. Se debe aprender idiomas para tener permanente comunicación con el mundo. Me alegra cada vez que recibo noticias del éxito de un venezolano en los grandes centros universitarios y empresariales del mundo. Siempre se aprende en política, en literatura, en la música, en la pintura, en el cultivo de la tierra y en el trato humano con nuestros semejantes. Y debemos resaltar Las innovaciones de la ciencia y de la tecnología, que han llevado a un avance inimaginable que desde allí empezó. Debe aprenderse desde los grandes temas de la historia de la humanidad, la filosofía y la ética, siendo como son, una parte de la otra. La teología y la creación, serán siempre temas de estudio de las mentes más claras y trabajadoras. El aporte de esas mentes es y ha sido invalorable. No es fácil encerrarse a estudiar ninguno de los temas antes referidos, pero la experiencia nos indica cómo muchos se encerraron, no todos, a estudiar el origen del hombre, la cosmovisión y la perspectiva de lo que vendrá para las nuevas generaciones. Sin escribir yo, las admirables reflexiones en positivo del amigo José Gerardo Mendoza, así como de muchos otros, estoy teniendo una tendencia, lo confieso, hacia una visión negativa de lo que ocurre y ocurrirá en el mundo de hoy.
El hombre es hoy en su naturaleza, en su comportamiento, en sus deseos, el mismo de hace miles de años, desde la creación. “No ha mejorado nada el enfermo”, decían nuestros antepasados. No me corresponde la enumeración de los males que aquejan la naturaleza humana, pero está a la vista de todos. Si el hombre ha avanzado tanto en su propio conocimiento y en su formación, porqué sigue habiendo, no solo guerras, sino muertes diarias por conflictos entre nuestros semejantes. Porqué el narcotráfico, la prostitución, el engaño, el afán de riqueza y de poder, el robo y muchos otros males que hacen larga la lista de lo negativo. Hasta las personas llamadas a ser luz, son hoy tinieblas. Porqué la violación de los derechos humanos, porqué tanta muerte, hasta del niño que una mujer lleva en su vientre. Porqué si el hombre ha avanzado en su aprendizaje técnico, científico, se ha desmoronado, sin embargo, en su comportamiento moral. Porqué la corrupción en todos los sentidos. En este momento vivimos la crueldad de una guerra absurda y sin justificación alguna. El Papa Francisco ha invitado al mundo católico y a todos los hombres de buena voluntad, para este 25 de marzo, a la consagración a la Virgen María, de Ucrania y Rusia, pidiendo su intercesión para que termine esa guerra “repugnante” (palabra del Papa) que enfrenta a esas dos naciones. Vamos a acompañar al Santo Padre en esta cruzada de paz y de amor por el mundo que sufre y Dios ayude al mundo entero…
Joel Rodríguezs Ramos