#OPINIÓN Gaveta azul: Breve historia de la comunicación… y su influencia en la sociedad (Conclusión) #21Mar

-

- Publicidad -

Las esferas políticas conocen perfectamente las posibilidades de los medios. La guerra por el control se da en este frente. El poder político y poder económico intentan poner de su lado, el manejar y condicionar la opinión; es decir los resortes de los medios masivos impresos, radiados y/o audiovisuales. 

Por su parte la ONU trata de universalizar la conciencia del problema e involucrar la comunicación masiva en favor de sus criterios de planetización de la humanidad (forja y siembra en procura de una sociedad integralmente planetaria que luche contra la autarquía, el chovinismo, la intolerancia, en fin esos intereses de orden mezquinos y por fanatismos, restringidos).

- Publicidad -

El comunicador en este momento, el editor industrial, el que maneja y controla los medios para sí mediante un canal unilateral por donde lanza, en bombardeo constante y reiterado, los argumentos, intereses y conceptos, se aferra a su feudo.

La coyuntura estratégica del momento cuando el poder de los medios está en su punto culminante se encuentra de la noche a la mañana contra un muro pero sin saberlo. Ignora cómo se extenderá ese muro y hasta dónde, y tampoco sabe que será un choque caótico. Dos universidades norteamericanas logran comunicar sus computadoras de costa a costa y en un abrir y cerrar de ojos surge un gigante que arrasará con todo lo que se oponga a las ansías contenidas de libertad.

World Wide Web (w.w.w.) la red mundial de las comunicaciones es celebrada triunfalmente, los monopolios del saber se han derrumbado. En cualquier lugar del mundo dos dedos índices pueden asomarse indemnes a los más ocultos registros de información existentes, y esta magnífica posibilidad abre un camino a la anarquía.

Los grupos que controlaban los medios son tomados por sorpresa, celebraron como todos la aparición de las redes sociales, ignorando que el manejo de cualquier herramienta o utensilio puede ser tan útil como destructivo, dependiendo quien lo maneje y de qué forma lo haga. 

La masiva intoxicación que generó la apertura de las redes ha tomado ribetes incontrolables. La sociedad se enfrenta a cualquier tipo de amenazas y riesgos, han nacido los delitos electrónicos, voyerismo a la intimidad de cualquiera, abiertas posibilidades al chantaje, ocultamiento de cualquier forma de negocios ilícitos y expansión de estos mismos negocios, una nueva caja de Pandora que al abrirse violentamente libera al lado de las grandes posibilidades brindadas por las redes, las más aberrantes formas de la miseria humana.

¿Qué podemos hacer? y ¿Cómo hacerlo? …

Entre los riesgos y nuevos peligros a los que se enfrenta la humanidad aparece la expansión de la trata de blancas, el comercio fraudulento de nuevas formas de esclavitud y las amenazas de los delitos sexuales contra las poblaciones infantiles, timbre de alarma que pone a las cabezas de familia en una situación de azarosa desesperación.

¿Qué hacemos ahora? …

Lo que apareció apenas ayer, habiendo una hermosa esperanza de mejorar las formas de cultivo espiritual, se ha convertido en una amenaza tan feroz como el conflicto atómico. Una guerra nuclear destruye estructuras materiales y desde luego vidas en todos los niveles. El desorden y la anarquía en que van cayendo las redes sociales destruye algo más profundo, el espíritu del bien.

Es una circunstancia que invita al periodismo y a los profesionales en ejercicio a combatir semejantes amenazas, ampliando y profundizando la formación de sus elementos teóricos de trabajo, para hacer frente armado de forma práctica y coherente. En última instancia es un problema de tipo cultural y político profundo, en tanto que, combatirlo significa una revisión de los conceptos vigentes de forjar cultura, que en la mayoría de los casos se ha venido limitando a la presentación de X números de conciertos, tantas conferencias y X número de cursillos y “apreciación cultural”, dejando de lado la verdadera formación de un espíritu crítico para no confundir el trabajo de fondo con amarillismo periodístico, demagogia barata y menos afirmaciones ideológicas. Se aprecia en el horizonte la necesidad de una verdadera revolución cultural; afirmación peligrosa por cuanto permite decenas de interpretaciones confusas, pero, necesarias de plantear. Necesitamos un escudo moral y ético suficientemente fuerte y profundo para luchar con las más efectivas armas el peligro con que nos amenaza el camino de la anarquía.

Pedro J. Lozada

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -