El sabanero es un conejo que se encuentra en gran parte de América, desde Estados Unidos hasta el norte de Venezuela.
Es de color marrón-rojizo o marrón-grisáceo. Tiene grandes patas posteriores, orejas largas y cola blanca, corta y esponjosa con vientre blanco.
Cuenta con unas patas muy grandes y largas en la parte posterior que le dan gran agilidad. Sus orejas le dan la ventaja de poder oír con mucha precisión.
Ecológicamente es muy importante, puesto que se alimenta de muchas especies de plantas y es sustento para una gran variedad de animales carnívoros. Si no se controla puede causar daños económicos en los cultivos. Fuera de su hábitat natural podría dañar a los ecosistemas y la agricultura.
Puede tener hasta 35 crías por año. Su época reproductiva varía dependiendo de la región, en sitios con temporadas frías se aparea cuando las condiciones son óptimas (verano). En zonas cálidas pueden reproducirse todo el año.
Debido a su alta tasa reproductiva y fácil adaptación a diferentes ambientes puede convertirse en especie invasora. En los sitios habitados por este conejo es muy común encontrar entre 8 y 10 individuos por hectárea.
Un detalle a destacar de esta especie es que, en vida silvestre, no suele pasar de los 15 meses de vida. Es muy cazado por habitantes de las zonas donde habita y forma parte de la dieta de un gran número de animales.
Los depredadores de mayor importancia para el conejo sabanero son los mamíferos, responsables de más del 50% de las muertes. El segundo lugar lo ocupan las aves rapaces que se comen cerca del 25% de estos animalitos.
