El aislamiento en que se encuentra Rusia tras invadir el 24 de febrero a Ucrania y la situación difícil que esta agresión ha ocasionado en el mundo, es una ocasión importantísima para que se haga un nuevo cuadro en la geopolítica internacional, lo cual explicaría la presencia de enviados presidenciales de Estados Unidos a Venezuela, pero todavía no se conocen los aspectos tratados en las conversaciones, observa el politólogo y profesor universitario Wilfredo Páez al ser entrevistado por Elimpulso.com.
En lo que respecta a nuestro país, lo que hay son especulaciones y claramente queda en evidencia que no es que los Estados Unidos estén interesados en comprar petróleo venezolano, como ha pretendido hacer ver Diosdado Cabello, quien ha dicho que los estadounidenses tienen que pagarlo.
Al momento, Estados Unidos es el mayor productor de petróleo en el mundo con 17 millones de barriles diarios, por encima de Arabia Saudita que llega a los 11 millones, al igual que Rusia antes de la invasión que perpetró contra su vecina Ucrania. China apenas supera los 4 millones de barriles diarios.
Rusia vendió 5 millones de su producción a Europa y los Estados Unidos, continuó diciendo Páez. La necesidad estadounidense, en todo caso, será a futuro.
Es importante que haya conversaciones, ya que Nicolás Maduro necesita para dinamizar la economía (que no crecerá, pero sí impedir el aumento de la inflación y va a dolarizar los salarios), tener un socio como Estados Unidos, que hasta el 2013 era su principal comprador del 45 y hasta el 50 por ciento de su producción de crudo.
Estados Unidos ya ha dicho que en estos momentos no está planteado volver a comprar petróleo, pero envió a sus emisarios para saber cómo piensa el régimen de Maduro.
Éste dijo hace unos días que él quería ser un socio importante de Rusia, pero que podía llegar a acuerdos comerciales con los Estados Unidos.
Claro está que el gobierno venezolano necesita que se le comienzan a quitar las sanciones comerciales y las vinculadas al sector manufacturero y al industrial, especialmente el petrolero.
Se está desarrollando un juego de ajedrez político importante para Venezuela. No, como dice Jorge Rodríguez, para que suelten al empresario colombiano Alex Saab, pues los Estados Unidos no llegan a acuerdos con terroristas, narcotraficantes y otros delincuentes.
Las conversaciones permitirían abrir la puerta para que los negocios de la industria petrolera puedan dinamizarse, tomando en cuenta que Venezuela tiene una producción de apenas unos 800 mil o algo más, pero que no llegan a un millón de barriles diarios, muy distantes de los 3 millones 120 mil barriles diarios que se obtenían en 1998.
Ante el aislamiento de Rusia que ha tenido una gran vinculación con el régimen de Maduro, Venezuela necesita oxigenar su situación política y económica.
La apreciación que tenemos no es que los Estados Unidos hayan enviado esos emisarios, sino que el régimen de Maduro utilizó algunos lobbystas para que se hicieran esas conversaciones necesarias, de las cuales no hay una información oficial y, en consecuencia, mucha especulación.
La situación internacional va a tener dos vertientes: una, los que están contra la paz y la democracia; y la otra, los que promueven la democracia y la paz del mundo.
Quienes están con Rusia son Irán, Corea del Norte, Nicaragua, Cuba y algunos otros países, porque el monstruo chino ha sido muy cauteloso y sus palabras han estado dirigidas a que se llegue a un acuerdo para la paz en Ucrania.
Venezuela espera que le eliminen una parte de las sanciones y que le compren el petróleo cuando se pueda; pero, antes debe concretar acuerdos para la democracia.
Ya hay reuniones a alto nivel para reanudar las conversaciones en México, y Maduro tendrá que llegar a acuerdos con la mediación de comisiones de alto nivel y, por supuesto, evitar el peso de la condena por crímenes de lesa humanidad que está investigando la Corte Penal Internacional, concluyó sus declaraciones Wilfredo Páez.
