Los científicos suelen mentir en sus teorías. Lo dejaremos demostrado con el ejemplo que se expone a continuación: “Una ley más simple que la propagación de la luz en el vacío.” ¿Quién no admite esta falsedad como una verdad? Lo dice Einstein en el capítulo 7, página 33 y lo repite insistiendo en seis capítulos más de su teoría de la relatividad. En el espacio del Universo no existe el vacío. La ley general que rige el Universo es la “ingravidez.” El Universo es ingrávido. Ningún cuerpo en el espacio es atraído como lo propuso Newton en su ley de la atracción y que a continuación reproducimos: “los cuerpos se atraen con una fuerza directamente proporcional al volumen de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia.”Es ley de la atracción universal de Newton. La atracción, como se sabe, no funciona entre los cuerpos en el Universo. La atracción induce al peso de los cuerpos; y el espacio es ingrávido; de modo que no hay atracción Es decir, como no hay atracción no hay peso; la atracción no funciona entre los cuerpos del Universo porque no hay gravidez. La ingravidez es una fuerza como la gravidez. De modo que como la fuerza que rige es la ingravidez no hay atracción. Einstein no está en lo cierto cuando propone el vacío. De modo que “la propagación de la luz en el vacío” no puede ser verídica. La luz necesita de un medio para propagarse y el espacio no es ese medio porque no es función de la energía que lo llena. De modo que la propagación de la luz en el vacío carece de veracidad. Un ejemplo muy elocuente se puede apreciar por las noches, me refiero a los puntos de luz. Esos puntos de luz que llamamos “luceros” son cuerpos ponderables como el de la Tierra que solamente ilumina la atmósfera individual de cada cuerpo. De aquí que por eso es que los cuerpos en el espacio se observan por las noches como puntos de luz, separados unos de los otros. Esos puntos de luz que se observan por las noches provienen de las estrellas que como el sol son cuerpos lumínicos.
Carlos Mujica