Por: Violeta Villar / www.lawebdelasalud.com
Es una ciudad con vida propia: en lugar de edificios, los árboles crecen sin miedo a la libertad. Las especies de flora y fauna son los ciudadanos de este ecosistema particular que con el nombre de Ciudad de Árbol funciona como la capital de la sostenibilidad de Panamá.
La Dra. Lesbia Noemí Arrocha, directora de Extensión de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Panamá, explica los alcances de este proyecto que es un hecho tangible a 40 kilómetros de la ciudad de Panamá, en concreto al sur del río Chilibrillo, en un área de terreno de 200 hectáreas.
Este espacio se concibe como un lugar para la educación ambiental, dirigida a niños y niñas, jóvenes, productores y la comunidad.
En su espacio se desarrollan diferentes actividades vinculadas con investigación, docencia y extensión, tanto de la Universidad de Panamá (UP) como de instituciones locales e internacionales.
Por otra parte, este pulmón verde es “un espacio para el desarrollo de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático en la perspectiva de la Responsabilidad Social Empresarial” y es una franja protectora natural de la cuenca del Canal de Panamá.
Una historia con visión centroamericana
La Dra. Arrocha explica que hacia el año 1996, como parte de la Estrategia Centroamericana para el Desarrollo Sostenible (ALIDES), los países miembros se comprometieron “a establecer Centros de Biodiversidad y Jardines Botánicos en cada país a fin de promover la investigación sobre el uso y conservación de la biodiversidad” y de esta manera nace la figura de la Ciudad del Árbol.
Por otro lado, en esa misma fecha, la denominada Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) “determina que el establecimiento de un arboreto o Jardín Botánico se viabiliza mediante el Plan Regional y Plan General de Usos, por consiguiente, la zona en que se enmarca la Ciudad del Árbol, tiene la categoría de manejo forestal y agro forestal”.
Este plan estableció que el proyecto fuera compatible con la operación del Canal de Panamá y apoyara la protección ambiental del Parque Nacional Chagres.
Además, esta área revertida tiene un sentido histórico porque se vincula con las luchas por la recuperación de la franja canalera y la soberanía del territorio nacional.
La idea original con este museo del árbol o jardín botánico, era contar con todas las especies endémicas del país en un mismo lugar. Si bien este objetivo no se ha cumplido, sí existen a la fecha más de 100 especies sembradas
Será en el año 2000 cuando se concrete la idea y se encargue por vía de la concesión, a la Universidad de Panamá (UP,) la responsabilidad de esta iniciativa centroamericana en suelo nacional, articulada con tres instituciones estratégicas:
- Ministerio del Ambiente: por su tutela del Parque Nacional Chagres, su acción en la prevención de incendios y de educación ambiental.
- Autoridad del Canal de Panamá, en tanto mantiene un cordón de seguridad de las presas auxiliares con la siembra de árboles.
- Instituto de Acueductos y Alcantarillado Nacional, en este caso para preservar la calidad del agua en el Lago Alajuela.
¿Cuáles son sus objetivos específicos?
Esta Ciudad verde y fraterna nace con varios objetivos específicos:
- Poner a disposición de manera sistematizada el material genético arbóreo a toda la comunidad nacional e internacional
- Proporcionar a toda la comunidad nacional e internacional información sobre especies arbóreas de la Cuenca del Canal de Panamá.
- Servir de Laboratorio de Campo para el estudio de especies nativas y endémicas de flora y fauna de la Cuenca del Canal de Panamá.
- Establecimiento del Centro de Capacitación Agroforestal de la Cuenca del Canal de Panamá.
- Fomentar el desarrollo de actividades de Educación ambiental y Extensión Rural que favorezcan a nivel local y regional la conservación de la biodiversidad de la Cuenca del Canal de Panamá.
- Desarrollar dentro de la capacidad de carga del área, el ecoturismo y turismo científico.
- Actuar como zona amortiguadora del Parque Nacional Chagres
- Coadyuvar a la sostenibilidad del proyecto, a través de la venta de plantones de especies nativas
- Conservar y enriquecer los bosques de galería existentes.
Un aspecto de mucho interés: como parte del Plan Nacional de Reforestación, las empresas que están obligadas a cumplir con cuotas de siembra, pueden hacerlo con especies endémicas en Ciudad del Árbol.
Un campo para la investigación
Crecen árboles y germinan tesis e investigaciones. Ciudad del Árbol es un laboratorio vivo que ha generado investigaciones de impacto ambiental y social.
De acuerdo con la base de datos de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado (VIP), entre otros estudios citar la Comparación de la diversidad de insectos acuáticos en dos quebradas de la Ciudad del Árbol, de Marta B. Higuera; Detección del nivel freático de la Ciudad del árbol por el método de tomografía eléctrica de Guillermo Burke; Comunidad de Insectos Acuáticos en tres quebradas de la Ciudad del Árbol, Chilibre, Panamá, por Marta Balbina Higuera Gómez y Ramiro Gómez.
Entre otros artículos, Proyecto de Recuperación Ambiental para la reserva Genética de Especias Nativas de Panamá, en el Catálogo de publicaciones (2013) de la Dirección General de Planificación y Evaluación Universitaria. Departamento de Planificación Administrativa.
Cuidar un espacio de todos
La directora de Extensión de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Panamá explicó que en la actualidad la presencia de 15 familias en la zona, con intención de sembrar cultivos de subsistencia, ha generado una actuación desde la conciliación: “Es necesario conversar porque Ciudad del Árbol es una zona ecológica y de investigación” y se desvirtuaría la presencia de asentamientos informales.
Comentó que la labor docente y de capacitación involucra varias actuaciones, entre otras, la capacitación de las mujeres de la comunidad de Chilibre para que establezcan sus viveros.
De igual modo un proyecto de futuro cercano es la creación de la estación experimental que favorezca la residencia de investigadores nacionales e internacionales en esta urbe verde que además de árboles reúne una fauna privilegiada entre insectos, reptiles, aves y anfibios.
“Las evidencias geológicas (conglomerados, conchas, madera petrificada), del surgimiento del Istmo de Panamá hace millones de años, constituyen un libro abierto en la búsqueda del conocimiento”, documenta la Vicerrectoría de Extensión.
Incluso la idea es que la Ciudad del Árbol replique su filosofía en las diferentes provincias del país y sea la ciudadanía verde el gran unificador del mañana sostenible.
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