¿Qué pasa en una sociedad donde los académicos no pueden investigar, publicar, debatir los hallazgos de su trabajo científico o donde las universidades tengan una política de estado para intervenirlas, arrodillarlas o cerrarlas? ¿Por qué los regímenes autoritarios buscan callar a los universitarios críticos?.
Con estas interrogantes el coordinador de Aula Abierta, profesor David Gómez Gamboa, dio inicio al simposio sobre los principios de libertad académica y autonomía universitaria realizado a través de las redes sociales.
«Nos encontramos en tiempos en los cuales los académicos sufren restricciones, represalias o amenazas por la producción del conocimiento científico, crítico o por su participación en el debate plural«, dijo Gómez
Estos escenarios, continuó, impulsaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos junto a sus dos relatorías a la creación y publicación de los principios interamericanos sobre libertad académica y autonomía universitaria, «hecho histórico sin precedentes que amplia el reconocimiento internacional de este derecho humano«.
Señaló, que estos principios son respaldados por instituciones académicas y sociales del continente y Aula Abierta ha sido parte importante en ese proceso al lado de órganos de derechos humanos y de universidades venezolanas como la UCV, la ULA, LUZ, UCAB y UCLA, entre otras.
Tuvo participación especial durante el simposio la profesora Soledad García, relatora en funciones de la CIDH para los derechos económicos, culturales y ambientales, quien indicó que Los principios adoptados en diciembre de 2021 por la CIDH junto a las consultorías especiales tienen una gran importancia para el mundo académico de toda la región.
Indicó la ponente que estos principios constituyen un paso adelante en la progresividad del derecho internacional de los derechos humanos, que a su vez es un mundo que necesita estar abierto y captar las nuevas realidades y situaciones.
«Esos principios son una muestra de como el sistema interamericano es vanguardista y receptivo de las realidad regional y supo dar respuesta a lo que se venía viendo y esos 16 principios se pueden articular en una serie de ideas tales como la afirmación de que la libertad académica es un derecho humano independiente y a la vez individual y colectivo», argumentó la ponente.
Ello implica, continuó, que la libertad académica protege tanto la producción como la discusión y la diseminación del conocimiento científico y también la participación de los académicos en el debate crítico.
«La crítica universitaria es un tema que requiere una protección especial, sobre todo en los regímenes autoritarios que pueden atacar o poner en peligro el espacio cívico académico», señaló la experta.
Apuntó, que en América se detectan distintas situaciones que preocupan y lo estamos siguiendo con particular atención y preocupación, tal es el caso de Venezuela, Nicaragua, Cuba y México. La libertad académica tiene una característica de interdependencia con otros derechos humanos y de suponer una función habilitante y esta estrechamente vinculada con el derecho a la educación, la libertad de expresión y de pensamiento de los universitarios.
Por su parte el profesor Ricardo Villalobos, Coordinador de Investigación e incidencia internacional, explicó que el simposio trata sobre la situación de la autonomía universitaria en américa en el marco de la pandemia por el COVID-19.
«Hoy más que nunca queda en evidencia la importancia de la libertad académica para el efectivo ejercicio de los derechos humanos. Entre el 14 de marzo y el 28 de septiembre de 2020 se documentaron al menos 5 represalias en contra de académicos con relación a la expresión de sus expresiones expertas sobre el manejo del COVID-19 en Venezuela y Nicaragua por sus respectivos gobiernos.
En estas represalias han sido implicados despidos arbitrarios y amenazas públicas de juicios y acciones penales e incluso, persecuciones con cuerpos de seguridad del estado, apuntó.