La vida está repleta de anécdotas, aprendizajes y decisiones trascendentales. Sin embargo, cuando los contextos suelen ser más agobiantes, es cuando queda en mayor evidencia la cualidad humana de las personas de buen corazón, quienes no dudan en dar lo mejor de sí por el prójimo, sin esperar nada a cambio.
El contexto de conflicto armado que se vive actualmente en Ucrania tras el operativo militar que inició Rusia en estas tierras, es una fuente incalculable de historias lamentables, desgarradoras, tristes y esperanzadoras. Durante las últimas horas se dio a conocer una de ellas y tiene que ver con Sol Macaluso, una joven periodista argentina que ha estado reportando desde el lugar de los hechos todos los acontecimientos que se han generado tras la guerra entre ambas naciones.
Con el paso de los días, el arduo trabajo de Sol Macaluso generó empatía con miles de televidentes del habla hispana, ya que sus reportes mantienen la línea de la objetividad y profesionalidad, pero sin perder el humanismo por el tema sensible que se está llevando a cabo en Ucrania.
No obstante, el punto crucial sobre Sol Macaluso en Ucrania se conoció recientemente: En medio de un reporte en vivo para Mediaset en el programa AR, la periodista contó que está cerca de la frontera ucraniana con Polonia para salir del país, pero se enteró que su guía, quien es de Ucrania, tendrá que quedarse en su país para ser un combatiente de la guerra ante Rusia.
Con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, Macaluso explicó que «nadie está preparado para la guerra«, a su vez, mencionó que al existir tantas horas de trabajo entre ellos, se generó un valioso lazo, el cual hace que esta despedida sea bastante difícil para ella: «Es muy duro que se tengan que quedar a defender a su país y a dejar a su familia».
Más allá de la triste despedida, la historia de Macaluso con su guía ucraniano no termina allí. La comunicadora social contó que su gráfico le pidió que se llevara a su hija con ella para darle protección en otra nación: «Me dijo: ‘Por favor, llévate a mi hija y hazte cargo de ella para que no le falte nada’«. Al ser consultada sobre si aceptó, Macaluso no dudó: «Claro, es mi familia, es mi hermana».
Finalmente, se conoció a través de las redes sociales de la propia comunicadora social que ella seguirá trabajando en países cercanos al conflicto en Ucrania, por ende, una persona de su equipo de trabajo, llamada Martina, fue quien se responsabilizó y se llevó a la hija del guía ucraniano.