El fiscal de la Corte Penal Internacional puso a combatientes y comandantes bajo aviso de que está monitoreando la invasión rusa de Ucrania y tiene jurisdicción para abrir casos por crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Pero el fiscal, Karim Khan, reconoció que no puede investigar el asunto del que más se habla en esta fase de la ofensiva: el delito de agresión.
Los líderes occidentales han condenado absolutamente la orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de invadir Ucrania. Su homólogo estadounidense, Joe Biden, dijo el jueves que la invasión “siempre ha sido una agresión desnuda, por el deseo de Putin de establecer un imperio por cualquier medio”. El primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, por su parte, la calificó como la “guerra de agresión de Vladimir Putin”.
Aunque el tratado que dio lugar a la fundación del alto tribunal de La Haya en 2002 se ha actualizado y desde 2018 incluye el delito de agresión, Khan dijo que no tiene jurisdicción al respecto porque ni Ucrania ni Rusia están entre sus 123 estados.
La única forma en la que podría verse habilitado para investigar este delito es si el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde Moscú tiene derecho a veto, solicita una pesquisa a la CPI.
Aunque el delito de agresión quede fuera del alcance de la corte, los crímenes cometidos durante el conflicto no lo están.
Según Khan, su oficina “podría ejercer su jurisdicción e investigar cualquier acto de genocidio, crimen de lesa humanidad o crimen de guerra cometido en territorio ucraniano”. Esto se debe a que, aunque no es un estado miembro, Ucrania ha aceptado la jurisdicción del tribunal.
En una advertencia que podría aplicarse tanto al liderazgo civil como militar de Rusia, Khan afirmó que “cualquier persona que cometa estos delitos, además de ordenar, incitar o contribuir de cualquier forma a su comisión, puede ser procesada ante la Corte”.