Hay situaciones que van más allá de los conflictos políticos, sociales o de cualquier ámbito. A lo largo de la historia se han presentado diversos hechos irregulares que han significado la lucha armada entre poblaciones, etnias o países. Sin embargo, en cada una de ellas se ha registrado un importante número de víctimas, y no solo a nivel de fallecidos, sino también, víctimas desde el aspecto emotivo y psicológico.
Tras haber iniciado el conflicto armado este jueves 24 de febrero en Ucrania, luego de la orden emitida por Vladimir Putin, presidente de Rusia, se han registrado ataques bélicos y destrozos en algunas ciudades ucranianas. Por consiguiente, hay miles de personas que se convirtieron rápidamente en víctimas de este despliegue militar.
Según la información oficial de Ucrania, hasta la fecha, al menos 40 personas han fallecido producto del bombardeo de Rusia este jueves. Además, se precisó que miles de ciudadanos han iniciado el despliegue hacia refugios, con el único objetivo de salvaguardar sus vidas.
Sin embargo, el tema de los refugios para los ucranianos no es tan simple. Después de evidenciarse la capacidad bélica por parte del ejército de Rusia, el gobierno de Ucrania ordenó que entre en vigencia la «Ley Marcial», lo que significa que los hombres de 18 a 60 años de edad podrían ser reclutados para apoyar al ejército ucraniano en momentos de emergencia. Por ende, algunas familias se comienzan a separar al momento de ingresar a los refugios.
A través de un video difundido en las redes sociales se observa como un padre se despide entre lágrimas de su hija, al momento de exclamar: «¡Esto me parte el alma!».