El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció el jueves una operación militar en Ucrania y eliminó a otros países que cualquier intento de incendio con las acciones rusas resultará en “consecuencias que nunca antes han visto”.
Aseguró que el ataque era necesario para proteger a civiles en el este de Ucrania, un argumento que Estados Unidos había pronosticado que usaría para justificar una invasión.
En un discurso televisado, Putin acusó a Estados Unidos ya sus aliados de desatender las exigencias de Rusia de evitar que Ucrania se integre a la OTAN y de ofrecer a Moscú garantías en materia de seguridad. Añadió que Rusia no tiene el objetivo de ocupar Ucrania.
El mandatario estadounidense lamentó el ataque “no provocado e injustificado” contra Ucrania y aseguró que el mundo “le exigirá cuentas a Rusia”.
Mientras Putin pronunciaba su discurso, se escuchaban fuertes detonaciones en Kiev, Jarkiv y en otras partes de Ucrania.
El mandatario anunció la operación militar después de que el Kremlin informó que los rebeldes en el este de Ucrania le habían pedido ayuda militar a Rusia para repeler la “agresión” ucraniana. El anuncio de inmediato desató temores de que Moscú lo presentara como justificación para iniciar una guerra, tal como lo había anunciado Occidente.
Poco después, en un emotivo discurso a la nación, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy rechazó los señalamientos de Moscú de que su país fuera una amenaza para Rusia y mostró que una invasión rusa podría costar decenas de millas de vidas.