Este martes se están cumpliendo 114 años del nacimiento de Rómulo Betancourt, el padre de la democracia venezolana, quien en los años 1927 y 1928 fue el principal líder de los estudiantes que enfrentó la tiranía de Juan Vicente Gómez y, posteriormente, combatió la dictadura de los militares que encabezaba Marcos Pérez Jiménez, convirtiéndose luego, desde la presidencia de la República, en el demócrata que fortaleció a la Organización de Estados Americanos (OEA) mediante su doctrina de rechazar regímenes dictatoriales en el continente y expulsar a Cuba de ese organismo por desestabilizar los gobiernos de América Latina.
Al destacar la personalidad del fundador de Acción Democrática, el vicepresidente nacional de este partido, abogado Edgar Zambrano, dijo a Elimpulso.com que este líder, nacido en Guatire, estado Miranda, alcanzó una dimensión universal por sus convicciones democráticas y haber auspiciado la fundación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Betancourt pudo aglutinar a una gran cantidad de venezolanos ejemplares para constituir su obra maestra: Acción Democrática, que desde el primer instante se dispuso a luchar contra las dictaduras y establecer la democracia, manifestó. Entre esos venezolanos de profundo sentimiento democrático estaba el poeta Andrés Eloy Blanco, quien en uno de sus poemas exclama: ¡Maldito el hombre que osa poner una argolla de hierro en la carne viva de Venezuela! Así maldecía a los dictadores.
En el exilio, durante la dictadura de Pérez Jiménez, en la que fue asesinado nuestro secretario general en la clandestinidad, Leonardo Ruíz Pineda, Betancourt fue el arquitecto de la política. Y en 1958 junto a otros dirigentes como Jóvito Villalba, Rafael Caldera y Gustavo Machado, se logró suscribir el Pacto de Punto Fijo, que fue el vehículo que desarrolló y consolidó la democracia con gobiernos alternativos, durante cuarenta años consecutivos.
Betancourt hizo posible la Venezuela de las oportunidades, ya que se preocupó por hacer posible una reforma agraria, atender la salud y la educación como prioridades, hacer que los venezolanos pudieran tener todos los derechos políticos, económicos y sociales, así como hacer de nuestro país el más codiciado y admirado en el continente.
En estos momentos de grave crisis, cuando hay más de seis millones fuera de su territorio porque aquí no tenían oportunidades para vivir dignamente, y luchamos contra un régimen que atenta contra la población, el recuerdo de Betancourt nos llama a no desmayar, sino a manteneros firmes en la resistencia porque AD nació precisamente para resistir dictaduras y luchar por la democracia, terminó diciendo Zambrano.